Entidades internacionales
alertan de la situación de desamparo que sufre la minoría cristiana en el país
y el aumento de violencia por parte de grupos islamistas.
El pasado 14 de agosto, la
comunidad cristiana de Egipto sufrió las represalias de un conflicto en el que,
en principio, no era más que un espectador de los acontecimientos. Ese día, las
autoridades desalojaron por la fuerza las acampadas en El Cairo de apoyo al
derrocado gobierno de Mohamed Mursi. Como respuesta, en diversos puntos del
país, se produjeron ataques hacia templos, entidades y negocios regentados por
cristianos.
La situación no fue controlada entonces por las fuerzas de seguridad, que es objeto de críticas por parte de la comunidad cristiana ante la escasa respuesta a estos ataques a su patrimonio y hacia sus vidas.
Ahora varias entidades
internacionales denuncian la situación. Amnistía Internacional (AI) ha
realizado un informe titulado '¿Cuánto tiempo vamos a vivir en esta
injusticia?' registrando los ataques en Minia, Fayoum y El Cairo, haciendo
notar cómo la policía y ejército llegó incluso a retirar los efectivos
apostados en las iglesias poco antes del desalojo de las acampadas.
“A la luz de ataques previos,
especialmente desde el derrocamiento de Mursi, debería haberse previsto una
reacción violenta contra los cristianos coptos. Sin embargo, las fuerzas de
seguridad no impidieron los ataques ni intervinieron para detener la
violencia”, lamenta Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta de Oriente Medio y
Norte de África de AI. Y agrega: “Cualquier investigación que se lleve a cabo
debe examinar también el papel de las fuerzas de seguridad. Algunos incidentes
duraron horas y se repitieron en días sucesivos (...) ¿Por qué las fuerzas de
seguridad no fueron capaces de impedirlos y ponerles fin?”.
La entidad de defensa de los
derechos humanos ha lanzado una campaña en defensa de los derechos de los
cristianos. “Pide a las autoridades egipcias que tomen medidas urgentes para
proteger eficazmente a las minorías del país, incluyendo la copta y que retiren
las trabas y obstáculos legales para la reconstrucción de los edificios
dedicados al culto que fueron destruidos o dañados durante las revueltas”,
especifica.
JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS DE MASPERO
La entidad Christian Solidarity Worldwide (CSW) también ha emitido un
comunicado sobre Egipto, recordando lo que sucedió hace dos años en Maspero,
donde al menos 27 personas murieron y más de 300 resultaron heridas cuando una
marcha pacífica compuesta por coptos y musulmanes fue atacada por las fuerzas
de seguridad el 9 de octubre de 2011.
La manifestación se había convocado para protestar por la destrucción de
una iglesia en Asuán y exigir igualdad
de derechos para la comunidad copta.
Cuando los manifestantes llegaron al edificio, fueron rodeados por agentes de
seguridad, que atacaron a los manifestantes, matando a varios. La televisión
estatal culpó entonces a los manifestantes por incitar a la violencia.
Las familias de las víctimas siguen a la espera de la justicia. En los dos
años transcurridos, sólo tres soldados de bajo rango han sido procesados y
condenados a entre dos y tres años en un cargo menor de homicidio de 14 de las
27 víctimas. Mientras tanto, varios civiles fueron injustamente arrestados en
relación con estos hechos, entre ellos prominentes bloggers y activistas,
aunque fueron puestos en libertad más tarde.
Una coalición informal de grupos políticos ha llamado a una protesta
silenciosa frente a los edificios en Maspero y reiteró las demandas de la
revolución 25 de enero, entre ellos el derecho a la libertad de religión y de
creencias, y la necesidad de una ley unificada para gobernar la construcción y
reparación de los lugares de culto dañados.
Fuentes: El Mundo, CSW, Amnistía Internacional, Protestante Digital
Editado por: http://www.protestantedigital.com
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