Dios
instituyó el ayuno por primera vez en el día de la Expiación, el décimo día del
séptimo mes. Esté día, los israelitas tenían el mandamiento de "afligir el
alma" o hacer morir de hambre el alma.
Ayunar
significa empobrecer el alma, rehusar su subsistencia por medio de abstenerse
de alimento. El ayuno en las escrituras descansa sobre la verdadera
auto-humillación y penitencia. El ayuno es el método de Dios para subyugar el
alma carnal bajo la soberanía de Su Espíritu. El ayuno es un acto de expresar y
demostrar pena por el pecado, es una expresión externa de la pena y dolor
interno por el pecado.
El
abstenernos del pan de cada día es la forma en que le demostramos a Dios de que
estamos conscientes de que no merecemos nada, ni siquiera recibir el pan
cotidiano, mucho menos cualquier otra cosa, entonces Él nos ayudará a humillar
nuestra naturaleza carnal debajo de su mano sublime y poderosa.
1.
Preparación para el ayuno
La
preparación para el ayuno incluye dos aspectos: preparación interna y
externa.1. Preparación interna para el ayuno: El ser guiados por el Espíritu
Santo de Dios es la preparación adecuada para ayunar. Nuestro ayuno será hecho
a través de la energía y la voluntad de la carne , a menos que sea el Espíritu
de Dios quien lo esté guiando y motivando.
"Y
JESUS, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el
Espíritu al desierto Por cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba. No comió
nada durante esos días, así que después sintió hambre." Lucas 4:1-2
La gente que
ayuna a través de su propio esfuerzo, siente un gran espíritu de orgullo por lo
que han hecho, y algunas viven engañadas pensando que pueden comprar algo de
Dios.
El ayuno no
nos hace más valiosos, ni compromete a Dios con nosotros en ninguna forma. Si
el ayuno es entendido y practicado en la forma correcta, va a obrar humildad en
el corazón.
2.
Preparación externa para el ayuno:
El Señor Jesús en el sermón del monte, nos
revela cuatro detalles a cerca de la preparación externa para el ayuno.
"Cuando
ustedes ayunen no pongan cara triste, como los hipócritas, que aparentan
tristeza para que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que con eso ya
tienen su premio. Tu cuando ayunes,
lávate la cara y arreglate bien, para que la gente no note que estás ayunando.
Solamente lo notará tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que está en lo
secreto te dará tu recompensa Mateo 6:16-18
a. Ungir la
cabeza: Por razón natural, mucha gente piensa que es su estómago el que va a
causarles el mayor problema durante un ayuno, pero esto no es verdad. El
verdadero problema es la cabeza o la mente. Tan pronto como empezamos a sentir
el descenso físico que viene con el ayuno, nuestro razonamiento carnal nos da
cientos de razones por las cuales no debemos ayunar.
Sólo con el
poder y la unción del Espíritu Santo sobre nuestra cabeza podemos tener una
mente decidida para ayunar.
b. Lavarse:
Esto es el aseo y limpieza del cuerpo, ya que durante el ayuno muchos desechos
y toxinas salen de nuestro cuerpo a través de la piel, para ser eliminadas.
c. No
aparentar que ayunamos: Debemos presentar una apariencia feliz, para que los
demás no se den cuenta de nuestro ayuno.
d. Ayunar en
secreto: Aunque algunas veces la iglesia ayuna de manera colectiva, el mundo
exterior no debe enterarse, ya que la iglesia como un sólo cuerpo debe estar
ayunando en secreto. Evidentemente este principio también se aplica a nuestro
ayuno personal.
2. Propósito
del ayuno
La verdad a
cerca del propósito de Dios para que ayunemos, lo encontramos nuevamente en una
estatura de verdad de cuatro puntos.
1. Ayunar
para la mortificación de la carne.
La
mortificación de nuestra carne corrupta es el primer y más grande de los propósitos
de Dios cuando nos lleva a un tiempo de ayuno. La palabra mortificar significa
matar, destruir, castigar, humillar, controlar. Dios nos guía a ayunar porque
sabe que esta es la forma de humillar la carne y traerla bajo el control del
hombre espiritual.
Hay
espíritus y actitudes en nosotros que no pueden salir de otra manera, el ayuno
tiene tremendo poder de mortificación sobre la carne y va a romper muchas de
sus concupiscencias. Solamente cuando estamos reducidos a tal estado de miseria
inútil, podremos realmente evaluarnos a nosotros mismos.
Tenemos que
ayunar si queremos alcanzar la madurez espiritual en Jesucristo, y tener la
capacidad de ayudar a otros, como en el caso del lunático que fue llevado a los
discípulos.
"Mas
este linaje no sale sino por oración y ayuno" Mateo 17:21
La Biblia
nos da otras muchas referencias de cómo el ayuno mortifica la carne, y como
Dios responde a la humillación de aquel que ayuna como muestra exterior del
arrepentimiento interno (Joel 2:12, 1° Reyes 21:27-29, 1° Samuel 7:4-6, Jueces
capítulo 19 y 20 en especial del 26 al 28)
2. Ayunar
para incrementar el poder en la oración.
El segundo
propósito de Dios para guiarnos a ayunar es el de incrementar el poder de
nuestro espíritu en la oración. Cuando nuestra oración esta acompañada del
ayuno esta tiene una intensidad de poder que no tiene por si sola. La oración y
el ayuno tocan a Dios en una manera muy especial. Un ejemplo de esto lo
encontramos en Jonás.
"Y los
hombres de Nínive creyeron á Dios, y pregonaron ayuno, y vistiéronse de sacos
desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. Y llegó el negocio hasta el
rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó de sí su vestido, y cubrióse de
saco, y se sentó sobre ceniza. E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandado
del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no
gusten cosa alguna, no se les dé alimento, ni beban agua: Y que se cubran de
saco los hombres y los animales, y clamen á Dios fuertemente: y conviértase
cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en sus manos. ¿Quién sabe si
se volverá y arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no
pereceremos? Y vió Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino:
y arrepintióse del mal que había dicho les había de hacer, y no lo
hizo"Jonás 3:5-10
El poder de
la oración humilde que adquirieron los habitantes de Nínive al vestirse de
saco, de sentarse sobre cenizas, y de sus ayunos fue suficientemente grande
para cambiar el parecer de Dios y evitar que Nínive fuera destruida en esta
ocasión. Dios vió sus forma de humillación y pesar por sus pecados, y vió a las
bestias añadiendo dolor y aflicción por sus dueños. Dios vió la proclamación
del rey, la autoridad real, demandando que las ganancias adquiridas mediante la
rapiña y la violencia fueran restaurados. Dios vió las obras que acompañaron a
sus ayunos y oraciones como prueba de su arrepentimiento interior.
3. Ayunar
para la revelación de la Palabra de Dios.
El tercer
propósito que Dios tiene para guiarnos al ayuno es que Él pueda revelarnos más
de Su Palabra. Cuando estamos intrigados por alguna porción de la palabra de
Dios debemos ayunar por la misma, y tarde o temprano Dios hará brillar Su
poderosa luz sobre aquella porción y hará que la verdad se levante en revelación
de su estatura y esplendor.
El Señor es
el mismo ayer hoy y por siempre, por tanto podemos esperar que siga actuando
con los mismos principios, a continuación se describe como Yahvé dio la Palabra
profética al pueblo a través de Jeremías, a cerca de lo que sucedería sino se
arrepentía; esto sucedió cuado el pueblo ayuno.
Daniel es
otro ejemplo de la revelación de la Palabra por el ayuno:
"En el
año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número
de los años, del cual habló Yahvé al profeta Jeremías, que había de concluir la
asolación de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro al Señor Dios,
buscándole en oración y ruego, en ayuno, y cilicio, y ceniza. Y oré á Yahvé mi
Dios, y confesé, y dije: Ahora Señor, Dios grande, digno de ser temido, que
guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus
mandamientos" Daniel 9:2-4
Después de
clamar y ayunar por la revelación de que sucedería con su pueblo, Daniel
experimento la revelación por boca del ángel Gabriel:
"Mientras
yo oraba, Gabriel, que se me había aparecido antes en la visión, vino volando a
donde yo estaba. Era casi hora de ofrecer a Dios el sacrificio de la tarde. Y
me dijo: Daniel, he venido ahora para hacerte entender estas cosas. En cuanto
comenzaste a orar Dios te respondió. Yo he venido para darte su respuesta,
porque Dios te quiere mucho. Ahora pon atención para que entiendas lo que verás.
"Daniel 9:21-23
El ayuno
humilla el alma; es una forma de afligirnos a nosotros mismos ante Dios. No hay
ninguna razón para tener miedo de ir al lugar bajo, porque podemos confiar en
las leyes espirituales de Dios. Dios se ha obligado a Si Mismo a levantar a
aquellos que se humillan ante Él.
4. Ayunar
para hallar reposo (físico, mental y espiritual).
El cuarto
propósito de Dios para guiarnos al ayuno, es darnos completo descanso para el
cuerpo, el alma , el espíritu, el corazón y la voluntad. Este tipo de ayuno
está ilustrado por el ayuno hecho por Israel en el Día de la Expiación:
"Y esto
tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, á los diez del mes,
afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el
extranjero que peregrina entre vosotros: Porque en este día se os reconciliará
para limpiaros; y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Yahvé.
Sábado de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas, por estatuto
perpetuo. Y hará la reconciliación el sacerdote que fuere ungido, y cuya mano
hubiere sido llena para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las
vestimentas de lino, las vestiduras sagradas: Y expiará el santuario santo, y
el tabernáculo del testimonio; expiará también el altar, y á los sacerdotes, y
á todo el pueblo de la congregación. Y esto tendréis por estatuto perpetuo,
para expiar á los hijos de Israel de todos sus pecados una vez en el año. Y
Moisés lo hizo como Jehová le mandó" Levítico16:29-34
La palabra
afligir en hebreo significa castigar y derribar a golpes. El ayuno trae
aflicción porque hace desfallecer de hambre al espíritu vital del alma del
hombre; la empobrece al negarle el alimento que necesita para su existencia. El
abstenerse de comida es un procedimiento doloroso para el alma La oración y el
ayuno en el Día de Expiación daban a Israel un nacimiento nuevo y fresco el
divino descanso y en la gracia del Todopoderoso.
3. Poder del
ayuno
Tenemos un
verdadero poder con Dios cuando ayunamos si estamos siguiendo Sus mandamientos.
Sin embargo debemos recordar que nuestra experiencia del ayuno no tendrá el
poder espiritual que Dios intenta darnos, a menos que estemos bien fundados en
la preparación apropiada, la cual incluye el hecho de ser guiados por el
Espíritu Santo.
Antes de
estudiar cual es poder o galardón del ayuno, necesitamos saber cual es el ayuno
correcto y el incorrecto.
1. El ayuno
con el motivo incorrecto (No aceptable ante Dios).
Es posible
ayunar con un motivo incorrecto, de manera que es conveniente examinar lo que
Dios tuvo que decir sobre el ayuno erróneamente motivado de Israel.
En lugar de
ser guiado por el Espíritu Santo de Dios, el ayuno de Israel había sido
motivado por los deseos del orgullo carnal. Dios quien nunca hace acusaciones
falsas porque Su omnisciencia discierne los motivos del corazón, acuso a Israel
de estar ayunando para obtener placer, para contención, para debates y para
herir.
a. Ayunar
para obtener placer: La razón por la que a Dios le desagradaban los ayunos de
Israel, era que en lugar de ayunar para mortificar su carne, ayunaban porque
estaban enamorados del placer de los bienes materiales. Aunque los israelitas
exteriormente cumplían con el rito del ayuno y aparentemente estaban afligiendo
sus almas, realmente estaban llenando sus ayunos con los placeres de sus
propios pensamientos y voluntades de cómo obtener mayores bienes materiales.
"Y sin
embargo, dicen: ¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos si
él no se da cuenta? El día de ayuno lo dedican ustedes a hacer negocios y a
explotar a sus trabajadores; el día de ayuno lo pasan en contiendas y debates y
golpean con maldad. Un día de ayuno así, no puede lograr que yo escuche sus
oraciones."Isaías 58:3,4
Nosotros
también estamos tentados a llenar nuestros ayunos con actividades placenteras
para que el tiempo se vaya más rápido. Sufrimos menos durante un ayuno si
nuestras mentes y cuerpos están ocupados con otras cosas, como ir de compras o
dar un paseo.
b. Ayunar
para contención: La segunda razón para el desagrado de Dios por los ayunos de
Israel, fue que en lugar de ayunar para incrementar su poder de oración con
Dios, estaban motivados por un espíritu de contienda.
"He
aquí que para contiendas y debates ayunáis..."Isaías 58:4
La palabra
contienda en hebreo significa una competencia, contención, controversia,
regañar, quejarse, sacudir, estar peleado, reprender. Algunas veces también
nosotros deseamos recibir conocimiento y dones espirituales del Señor
Jesucristo, no porque queramos ser como Él en Su naturaleza humilde, sino
porque queremos el poder de la exaltación que dan este conocimiento y dones
sobre la gente.
c. Ayunar
para debates: La tercera razón para el desagrado de Dios sobre los ayunos de
Israel era que, en lugar de desear una mayor revelación de la Palabra de Dios a
fin de poder obedecerla personalmente, estaban motivados por el deseo de
obtener más conocimiento en la Palabra a fin de usarla para fortalecer su poder
de debate.
d. Ayunar
para herir: La cuarta razón por la que a Dios le desagradó el ayuno de Israel
fue que en lugar de ayunar para encontrar descanso físico, mental y espiritual,
estaban motivados por el deseo de herir a otros con el puño de la iniquidad a
fin de obtener bienes materiales.
Israel
estaba ayunando solo en el sentido externo; estaban afligiendo sus almas en
lugar de permitir que fuera el Señor quien lo hiciera. Inclinaban sus cabezas
exteriormente como si estuvieran sintiendo una profunda tristeza, pero
interiormente no había verdadera humildad ni arrepentimiento en su corazón.
"¿Creen
que el ayuno que me agrada consiste en afligirse, en agachar la cabeza como un
junco y en acostarse con ásperas ropas
sobre ceniza, eso es lo que llaman ayuno y día agradable al Señor?" Isaías
58:5
Hay quienes
utilizan el capítulo 58 de Isaías para tratar de probar que no es necesario el
ayuno, y todo lo que logran probar es su falta de entendimiento acerca de lo
que el Señor estaba reprobando en Israel en esta ocasión. Dios estaba
corrigiendo los motivos del ayuno, y no el ayuno en sí. De hecho, Dios no se
detiene ahí, sino que una vez revelado los motivos erróneos del ayuno de los
israelitas, prosiguió revelando cual es el ayuno correctamente motivado.
2. El ayuno
correctamente motivado (Aceptable ante Dios).
Debemos
ayunar para agradar al Señor si queremos tener poder en Él, y que nuestras
voces sean oídas en lo alto. Nuestros motivos deben ser correctos. A
continuación veremos cuales son estos motivos:
"El
ayuno que a mi me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la
injusticia y que desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a
los oprimidos y acabes al fin con toda tiranía; en que compartas tu pan con el
hambriento y recibas en tu casa al pobre
sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes" Isaías 58:6-7
a. Desatar
las ligaduras de impiedad y compartir el pan con el hambriento: Las cadenas de
injusticia son las ataduras del amor egoísta por el placer. Esto es una
verdadera esclavitud porque las ligaduras del amor por el placer nos atan a
todo lo que es egoísta, hasta llegar a la exclusión del interés por Dios y por
los demás. Al buscar nuestra propia satisfacción, nos olvidamos de las
necesidades de otros seres humanos en derredor nuestro. Evidentemente el
compartir el pan se refiere tanto al lado natural como en el espiritual.
Tan solo una
palabra hablada con la sinceridad del corazón tiene poder para levantar a una
persona del abatimiento que causan la soledad y el desaliento. Aún después de
que esa persona se ha retirado, ese pan sigue sosteniéndola y fortaleciéndola.
b. Deshacer
los nudos que aprietan el yugo y recibir al pobre en tu casa: Nuestra propia
contienda es una carga bastante pesada, pero tener que cargar con el espíritu
de contención de otros, es casi más de lo que el alma puede soportar. En tanto
que el espíritu contencioso nos siga empujando para contender en la obtención
de superioridad y reconocimiento personal no pondremos atención ni al pobre ni
al necesitado.
La pobreza
no esta limitada al ámbito físico y de hecho la peor clase de pobreza es la
espiritual. Aunque comparando con lo que deberíamos tener en Dios, todos somos
espiritualmente pobres, sin embargo, hay quienes son todavía más pobres que
nosotros. Pero que triste es ver al pueblo de Dios cargando con el espíritu de
contención que los mantiene luchando continuamente por obtener más exaltación,
más y mayores bendiciones, mayor bien, en lugar de compartir su sustancia con
los pobres.
c. Dejar ir
libres a los quebrantados y cubrir a los desnudos: El ser más quebrantado y
oprimido que conocemos es el hombre espiritual dentro de nosotros, y no hay
nada que oprima más y quebrante más que el espíritu de debate que estaba
motivando el ayuno de Israel. Debemos liberar al quebrantado hombre espiritual
y dejarlo salir libre. Hacemos esto mortificando al hombre carnal, que lucha y
codicia contra el hombre espiritual. Dado que nuestro hombre espiritual y
nuestro hombre carnal comparten el mismo cuerpo físico, la carne tiene acceso
mental a la Palabra de Dios revelada cuando esta llega a nuestro hombre
espiritual. En lugar de utilizar la Palabra de Dios para cubrir y vestir a los
demás con la verdad, el espíritu de debate usa el conocimiento para descubrir y
exponer la desnudez espiritual de otros.
d. Romper
todo yugo y no escondernos de nuestra propia carne: Este motivo es todo un
contraste con la orgullosa voluntad de Israel, que los llevó a ayunar para
herir con el puño inicuamente.
El orgullo
es un yugo poderoso, que nos impulsa a herir a otros con el puño de la
iniquidad. También hace que nos escondamos de nuestra propia carne, y que
tercamente rehusemos reconocer la realidad de la presencia del orgullo en sus
muchas formas de maldad. Dios manda romper el yugo del orgullo, y la manera de
lograrlo es mediante el ayuno sincero y la mortificación de la carne.
3. El
galardón de poder.
"Entonces
brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto. Tu rectitud
irá delante de ti y mi gloria te seguirá." Isaías 58:8
a. Luz: La
luz es el primer galardón de Dios para un ayuno hecho de manera aceptable.
Todos queremos y necesitamos luz, tanto natural como espiritualmente. No
podemos orar correctamente sin la luz de humildad de la Palabra revelada de
Dios.
b. Sanar: El
apóstol Juan escribió en su tercera epístola diciendo "Amado, yo deseo que
tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en
prosperidad" (3° Juan 1:2) La salud física no es la única clase de salud.
A veces por ejemplo nos vemos afligidos por un corazón desmayado; o por una
voluntad difícil que quiere darse por vencida y dejar de servir a Dios; o es
tal vez una mente enferma que nos hace imposible el pensar con claridad.
c. Rectitud:
Este grado particular de justicia proviene de dar limosnas, que proceden de lo
ha sido ahorrado cuando ayunamos, porque al ayunar no necesitamos comprar
comida.
d. Gloria:
Además de darnos luz, salud (tanto interna como externa), y un poderoso escudo
protector de justicia que va delante de nosotros, Dios nos promete una gloriosa
protección para la retaguardia o las espaldas. La gloria protectora para
nuestra retaguardia proviene de la gloria de la propia espalda de Dios. Moisés
tuvo el privilegio de contemplar esta porción de la gloria del Señor, y su
intensidad hizo que la misma piel de su rostro brillara irradiando rayos de
luz, o cuernos de luz, causando temor y respeto reverencial en los corazones de
la gente.
4. Ejemplo
de personas que ayunaron
1. Moisés.
Moisés ayunó
durante cuarenta días y cuarenta noches en cuatro ocasiones diferentes. La
primera vez fue por los primeros mandamientos (Éxodo 24:18). Aunque esta cita
no menciona que Moisés ayunó mientras esta en el monte con el Señor, el libro
de Deuteronomio muestra claramente que él se abstuvo tanto de pan como de agua.
Hay una diferencia entre un ayuno y un ayuno con sed; durante un ayuno nos
abstenemos de probar alimentos, pero en un ayuno con sed nos abstenemos también
de tomar agua. (1° Corintios 4:11). A menos que el Señor nos este hablando y
dirigiendo claramente para ayunar con sed, no es prudente dejar de beber agua
por más de tres días.
La segunda
vez que Moisés ayunó por cuarenta días y noches fue cuando estuvo intercediendo
ante Dios a causa de la idolatría de Israel, cuando hicieron el becerro de oro.
2. Elías.
"Y
echándose debajo del enebro, se quedó dormido: y he aquí luego un ángel que le
tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí á su cabecera una
torta cocida sobre las brasas, y una jarra de agua: y comió y bebió y se volvió
á dormir. Y volviendo el ángel de Yahvé la segunda vez, lo tocó, diciendo:
Levántate y come porque si no el viaje sería demasiado largo para ti, Elías de
levantó pues, y comió y bebió; y aquella comida le dio fuerzas para caminar
cuarenta días y cuarenta noches, hasta llegar a Horeb, el monte de
Dios."1° Reyes 19:5-8
Cuando
sentimos que ya no podemos ir más adelante, es tiempo para ayunar del alimento
natural, y empezar a alimentarnos del pan de santidad de Dios. El cual
impartirá nueva vida y fuerza a nuestro hombre espiritual.
3. Jesús.
"Luego
el Espíritu llevó a Jesús l desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba,
estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin comer y después sintió hambre" Mateo 4:1-2
Aunque Jesús
era el Hijo Unigénito de Dios, quien vino de la eternidad para cumplir la
voluntad de Su Padre, Él ayunó antes de salir a ministrar.
No importa
cuantos dones o crecimiento espiritual tengamos, debemos sujetarnos al
mandamiento del Señor, y mortificar nuestra carne.
Tenemos que
ayunar para estar listos para el regreso de nuestro Esposo celestial. Este es
el tiempo de la preparación.
Ciertamente
muchas otras personas en la Biblia ayunaron, pero baste estos ejemplos para
enseñarnos la importancia del ayuno en nuestro crecimiento espiritual.
Puedes
ayunar desde tres horas o mas hasta varios días. según lo que el Padre
Celestial indique para tu cuerpo.
También
puedes hacer abstinencia de carnes rojas, o de determinado alimento que te agrade
y sea un sacrificio para ti verlo y no poder ingerirlo.
Todo
sacrificio de la carne ofrecido a Dios es digno del Padre.