Los grupos empresariales más fuertes: Romero,
Rodríguez
Banda y Belmont están presentes. En el corto plazo se espera la llegada de
compañías como ISM, Topitop, Casa Andina, entre otros.
Las inversiones peruanas, en su mayoría, se dirigen hacia los
sectores de servicios, comercio e industria manufacturera(Foto:Archivo El
Comercio)
ABRAHAM TAIPE
A mediados de la década de los noventa, el BCP y Gloria
tomaron una decisión arriesgada para la época: invertir fuera de nuestras
fronteras. El lugar elegido para estas apuestas fue Bolivia, un mercado
pequeño dentro la región, con una población de bajo poder adquisitivo y con una
economía que por entonces experimentaba grandes cambios para revertir su pésima
situación.
La decisión parecía no ser la más aconsejable. Sin embargo, casi
dos décadas más tarde, la historia revela que todo salió mejor de lo esperado.
Hoy, el banco peruano está entre los tres más importantes de Bolivia. En tanto,
Gloria, a través de Pil
Andina, lidera sin discusión el mercado de lácteos en la nación
altiplánica.
Hay más: su ejemplo exitoso motivó en los siguientes años
–cuando el crecimiento de la economía peruana era elogiado en todo el mundo–la
llegada de más firmas a ese país. “Trazaron un camino que hoy muchos empiezan a
seguir y que en los próximos años podría
alcanzar un nivel similar al que significó el ingreso de capitales chilenos al
Perú, dice Mauricio Olaya, experto en fusiones y adquisiciones
del Estudio Muñiz.
A PASO SEGURO
A raíz del ‘boom’ del gas natural y el alza del precio de los minerales y la soya, Bolivia ha pasado por un período de crecimiento bastante marcado en los últimos diez años. Su expansión se ha mantenido en un promedio de 4,7% anual.
A raíz del ‘boom’ del gas natural y el alza del precio de los minerales y la soya, Bolivia ha pasado por un período de crecimiento bastante marcado en los últimos diez años. Su expansión se ha mantenido en un promedio de 4,7% anual.
Esto, a su vez, ha traído que sus habitantes, impulsados por su
mayor capacidad adquisitiva, demanden mejores servicios y productos.
En ese sentido, Juan Carlos Mathews, director del Centro de
Educación Ejecutiva de la Universidad del Pacífico (UP), considera que este
período de bonanza contribuyó al arribo de más empresas peruanas a partir de
los primeros años de la década del 2000.
¿Quiénes llegaron en esa segunda oleada? Veamos. El Grupo
Romero abrió una sucursal de Ransa y adquirió Industrias del Aceite (IASA),
que fabrica los productos de la marca Fino.
Belcorp
y Unique empezaron a exportar sus cosméticos y acondicionar sus líneas de
distribuidores. Lo mismo sucedió con Química Suiza, que también inició el envío
de sus productos.
Sin embargo, Diego Cavero, ex gerente general del BCP Bolivia,
dice que lo mejor vino después. “En los últimos tres años el interés de las
empresas peruanas se incrementó”, explica.
La razón de este marcado interés tuvo dos aristas. Una, el crecimiento de nuestra economía,
que facilitó que las empresas nacionales miren como una posibilidad latente su
inminente salida al exterior.
La otra fue la buena receptividad de Bolivia, una plaza que
empezó a atraer mayores inversiones. José Alberti, ejecutivo de comercio
exterior de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz
(Cainco), lo explica de la siguiente manera: “Sus inversiones (peruanas) son
importantes por su localización. Generalmente, en Bolivia estas se dirigen a
sectores como la minería y los hidrocarburos, pero las peruanas van a la
*industria manufacturera, los servicios y el comercio*”, precisa.
Está en lo cierto. La tercera oleada del ingreso de empresas
(inicios del 2008) con capitales peruanos estuvo liderada por Inversiones Rokys, Aceros Arequipa,
Corporación Misti, el restaurante
Tanta (de Acurio Restaurantes), Textiles Camones y nuevamente
por el Grupo Gloria (que adquirió el 47% de las acciones de la cementera
Soboce).
Asimismo, en el 2010 el grupo Rash, de capitales panameños y
peruanos, introdujo la marca Radioshack en las ciudades de La Paz y Santa Cruz.
Un año más tarde, SabMiller, a través de Unión de Cervecerías Peruanas Backus y
Johnston, lanzó su cerveza Cordillera, la cual produce en su planta de
Arequipa.
Todo esto ha permitido que el Instituto Boliviano de Comercio
Exterior (IBCE) y la agregaduría comercial del Perú en ese país estimen que el
monto total de inversiones nacionales en ese mercado bordee, a la fecha, los US$1.100 millones.
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