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martes, 3 de septiembre de 2013

Ya anda a dormir !

No por mucho madrugar, se amanece más temprano.

Reevaluar las horas y condiciones del descanso, podría ser la respuesta a muchos problemas.

Tanto el líder de la empresa como el personal en su totalidad deben considerar el descanso como parte de su cultura, por ser indispensable para la productividad y armonía en el trabajo.

¿A caso no resulta más sensato trabajar al tope de la capacidad por 7 u 8 horas que al 50% por 11 o 12 horas? Errores por cansancio pueden afectar la reputación de una empresa, ocasionar pérdidas cuantiosas.
La falta de sueño debilita la habilidad para aprender, memorizar y reaccionar. También afecta negativamente el estado de ánimo y la capacidad para interrelacionarse.

Un estudio relacionado a este tema, publicado en Journal of Occupational and Environmental Medicine 1, arrojó resultados reveladores. El proyecto fue patrocinado por la farmacéutica multinacional Sanofi-Aventis y se basó en más de 4000 empleados pertenecientes a 4 grandes empresas. La pérdida correspondiente por empleado fue aproximadamente de: US$3,156 por insomnio y US$2,500 por problemas más leves de sueño. Se estimaron pérdidas promedio en la productividad de US$54 millones por año a causa de la privación de sesiones de sueño adecuadas (no se consideran días de ausencia por insomnio).

"El sueño, más allá de ser descanso para el cuerpo, es alimento para el cerebro", señala el Dr. Davil Gozal, investigador del sueño de la Universidad de Chicago. Y agrega: "una gran parte de nosotros no sólo sufrimos de hambre sino de hambruna del sueño". La magnitud del valor del descanso sigue siendo menospreciada. En estos tiempos aun tienen mucho eco dichos como: "solo el que trabaja más y más fuerte, sale adelante" o "a trabajar, que ya habrá tiempo para descansar cuando se esté muerto".

Tan relevante es el descanso, que varios estudios han demostrado, y por amplio margen, que el sueño es más importante que la comida para la sobrevivencia. Mientras el cuerpo puede aguantar varios días sin alimento, sin dormir, el organismo sucumbe. Tanto es así que la privación del sueño es considerada de las más brutales torturas bélicas.

Lamentablemente, la semana pasada se hizo noticia mundial la muerte por privación del sueño, de un practicante de 21 años2. El prometedor joven, que había 'ganado' una pasantía con una afamada firma de la banca en Londres, pereció tras varios días de trabajo extremo, sin dormir. No solo en esa industria, pero en esa compañía en particular se sabía que los empleados junior trabajaban prácticamente al rededor del reloj -yendo a casa solo para bañarse y cambiarse de ropa. Aunque no de lo más común, este no es en lo absoluto un caso aislado.

El Dr. James O'Brien, director médico del Centro de SleepCare Boston afirma: "El sueño no es un lujo. Es una necesidad para un funcionamiento óptimo". Cuando se duerme, el cerebro cataloga experiencias del día anterior, prepara la memoria e induce a la liberación de hormonas que regulan la energía y la agudeza mental. En relación al estado de ánimo, la privación del sueño tiene efectos bastante nocivos. Los estímulos y memoria neutrales y positivos los procesa la amígdala y los negativos, el hipocampo. Mientras que ambos son afectados por la deficiencia del sueño, la amígdala sufre en mayor grado 3.

Para completar su labor, el cerebro necesita de 7 a 8 horas de sueño. Con menos de esto, la productividad y el humor se ven afectados.

Otras consecuencias de la deficiencia del sueño son la depresión, la hipertensión, infartos y derrames, la obesidad y la diabetes.

En cuanto a la calidad del sueño, entre los factores principales que interfieren con esta se encuentran el estrés, demasiado trabajo y/o viajes, ciertos medicamentos, el alcohol, el tabaco y el peso.
Algunas recomendaciones a la hora de dormir:

-Acostarse más temprano y a una hora fija. El objetivo es disciplinarse en cuanto a la hora de dormir y evitar encontrar excusas que conlleven a acostarse más tarde. Así se asegura el dormir un cierto número de horas; también se elimina el estrés de salir apurado al trabajo por las mañanas.

-Para combatir la ansiedad o el continuo pensar en pendientes, es aconsejable escribir en papel lo que se tenga en mente en ese momento. Este acto permite descargar información de la mente, aligerándola.

-Para inducir el sueño, bajar las luces. El efecto en el cerebro causa un incremento en la producción de melatonina, relacionada al sueño.

Si las grandes empresas esperan ser sostenibles y atractivas para los empleados, tienen que combatir la cultura de los horarios extremos y establecer políticas para mantener una buena salud. Deberían ser buena práctica, los programas educativos obligatorios sobre el sueño, la salud y la seguridad.


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