Hablar de Hallstatt
es tal vez hablar del pueblo más hermoso a orillas de un lago.
Ese pueblo lo encontramos en Austria y el lago se llama: Hallstättersee.
Esta pequeña población austriaca siempre aparece entre los primeros puestos de
los rankings mundiales de ciudades o pueblos con encantados que no debes dejar
de visitar.
Situado a unos 211 Km. de nuestra base SOUTHCAMP en Munich, en menos de 3
horas en autocaravana te adentras en un paisaje de ensueño que difícilmente
borraras de tus recuerdos. Ya de por sí la carretera secundaria que te lleva a
Hallstatt desde la autovía de Salzburgo merecen el viaje. Con la ansiedad por
conocer el pueblo más hermoso a orillas de un lago, éste se esconde de nosotros
a escasos kilómetros de la meta ¿dónde se encuentra?. La respuesta lo
tenemos al cruzar un estrecho túnel que desemboca en el hermoso lago,
Hallstättersee, a los pies de montañas milenarias.
Antes de entrar en los rankings y en los circuitos turísticos mundiales,
Hallstatt era conocida mundialmente por su patrimonio arqueológico. Entre tanta
belleza paisajística, en Hallstatt se esconde una necrópolis que por su
cronología, sus ritos funerarios y objetos hallados da nombre a la Cultura
arqueológica de Hallstatt. Ésta necrópolis formó parte de una
comunidad que vivía de la sal. Y esa sal procedía de la que es considerada la
mina de sal más antigua del mundo: Salzwelten Hallstatt. En
explotación desde mediados de la Edad de Bronce, la sal convirtió a esta
cultural en una de las más próspera de Europa. Para llegar a la mina de sal
debemos coger un funicular panorámico hasta la Bergstation a unos 838 m. Aquí
empezamos un recorrido al aire libre por un sendero señalizado con hitos y
puntos de información donde se realiza un recorrido cronológico e histórico
sobre la mina de sal y su relación con la necrópolis.
El sendero lleva hasta la boca de un túnel que nos adentrará en un mundo
subterráneo único. En el interior nos espera el “Hombre de la sal”, un
antiguo minero de 2500 años de edad que fue descubierto en 1734 perfectamente
conservado gracias a la sal y que a través de la audio-guía y audiovisuales nos
ayudará a comprender mejor la vida y obra de esta maravilla de la naturaleza.
Tras visitar la mina de sal recomendamos un recorrido en barco por el lago
donde obtendremos las mejores panorámicas de Hallstatt. El pueblo,
mayoritariamente formado por casas de maderas, se encuentra literalmente
colgado sobre el lago. De su caserío destaca la torre de la iglesia
protestante a los pies del lago. En un segundo plano encontramos otra
iglesia, la católica, donde encontramos un pequeño y coqueto cementerio. Este
cementerio cuenta con la peculiaridad de contar con un osario
abierto al público, donde encontramos 1200 calaveras, 610 pintadas y ordenadas
por su descendencia familiar y con su fecha de fallecimiento. Como el
cementerio es muy pequeño y no existe la posibilidad de ampliarlo los cuerpos
de los fallecidos se exhuman pasado unos 10-20 años y se colocan en el osario.
Del mismo modo que se decoran las tumbas con flores, familiares y sepultureros
decoran las calaveras con flores como símbolo de recuerdo y amor.
Y si aún no te hemos dado motivos suficientes para visitar Hallstatt, tal
vez éste sea el definitivo: ¿sabías que los chinos han construido una
réplica de Hallstatt en la provincia china de Guangdong, tras una inversión de
casi US$1.000 millones? ¡Algo tendrá esta población austriaca a orillas de
un lago que tanto gusta!
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