Hoy te traigo la segunda parte de este post, con 7 nuevas ideas que te ayudaran a simplificar tu vida y tu negocio. Si te perdiste la primera parte, te invito a que la leas pulsando aquí.
Sin más preámbulos y para predicar con el ejemplo, simplifico y empiezo a contarte…
1) Limita tus impulsos consumistas.
Compra menos y sobre todo compra lo que realmente necesitas. Te ayudará areducir gastos, a no colapsar tu negocio o tu casa con trastos que solamente usas una vez y a dejar espacio a otras cosas que sean más importantes. Antes de comprar algo nuevo, cuestiónate si lo necesitas realmente o es tan solo un capricho innecesario. El posponer esa compra unos días, te dará la perspectiva suficiente para fundamentar tu compra y no realizar una compra por impulso, condicionada por un estado emocional (positivo o negativo). Tal vez disponer, por ejemplo, del último smartphone, no sea algo tan importante después de todo. Al fin y al cabo, el que ya tienes sigue cumpliendo su función.
2) Haz aquello que te apasione.
Una vez que liberas tiempo y eliminas todo lo que NO te acerca a cumplir tus objetivos vitales y los de tu negocio, es un buen momento para hacer lo IMPORTANTE, lo que te motiva, lo que te apasiona, aquello con lo que podrías estar horas y horas trabajando y nunca te cansarías. Esta idea es aplicable tanto a tu ocio (a tus aficiones y hobbies), como a tu trabajo diario. Tu negocio no solo debe ser un vehículo para sostener económicamente tu estilo de vida. Debe ser una actividad, que en líneas generales te apasione. Por supuesto, habrá partes, que aunque sean necesarias, te aburran. En ese caso, siempre puedes delegarlas. Esa pasión, será la gasolina que impulsará tu negocio y que te hará diferente frente a tu competencia. Esa “energía” impregnará cada átomo de tu actividad.
3) Pasa más tiempo con la gente que quieres y que es importante en tu vida.
La vorágine del día a día, en muchas ocasiones, devora uno de tus bienes más preciados: el pasar tiempo con la gente que quieres. Cientos de tareas y marrones, te obligan a dilatar tu jornada laboral y a llegar a las tantas a casa. Tras horas y horas de intenso trabajo, el cansancio se apodera de ti. Intentas forzar la máquina, para terminar esa tarea, pero el esfuerzo es casi titánico. Puede ser que la termines, pero no lo harás de la mejor manera. Tu nivel de energía y creatividad están bajo mínimos. En ese caso, es mejor dejarlo para mañana y dedicar tiempo a tus seres queridos. No es necesario llegar a ese extremo, si eres disciplinado y fijas una hora de salida que cumplas a rajatabla. Lo agradecerán ellos y lo agradecerás tu. Solamente con mirar la carita de tu niña, los disgustos y marrones desaparecerán. Seguro que mañana esa misma tarea, con tu energía a tope, la ejecutarás en la mitad de tiempo y con un resultado excelente.
4) Dedica un momento cada día a estar contigo mismo.
Nuestro día a día lo dedicamos a mucha gente: clientes, proveedores, socios, amigos, familiares, etc. Todos demandan nuestra atención. A menudo descuidamos a otro “persona”. No reservamos tiempo para nosotros mismos. Darse a los demás esta genial, pero para ofrecer la mejor versión de nosotros mismos, tenemos que cuidarnos también por dentro. Encontrar en el día a día un oasis de paz, donde recarguemos las pilas, reflexionemos y tomemos perspectiva para continuar nuestro camino. Pueden ser cinco minutos, una hora o todo un día. Todo depende de tus necesidades personales y de tus circunstancias laborales. Durante ese tiempo, simplemente puedes meditar, pasear por el parque, dejar la mente en blanco, ver una película inspiradora o leer ese libro que tanto te gusta y que te tiene completamente enganchado.
5) Come más despacio y saborea la comida.
Las prisas nunca son buenas. Disfrutar de la comida y sobre todo saborearla, son de los pequeños placeres olvidados que la vida nos brinda. En la medida de lo posible, dedica el tiempo necesario. No solo vivirás ese momento con más intensidad, sino que además mejorarás la digestión y te sentirás mejor. La comida y la vida sabe mejor en pequeños bocados.
6) Abre tus armarios y despréndete de aquellas cosas que ya no te sirven.
Los armarios son ese lugar de almacenamiento en la casa o en la oficina, donde suelen entrar objetos para quedarse por muuucho tiempo. La mayoría de personas tendemos a guardarlo todo, unas cosas nos sirven y otras no tanto. Son objetos de los que podríamos prescindir, pero por miedo a necesitarlos después, seguimos conservando. En pro del orden y para que tengamos más espacio disponible para ubicar otras cosas más necesarias, es interesante realizar regularmente limpieza y deshacernos de aquello que ya no utilicemos. Si todavía dudas de la utilidad de algunos de los objetos, siempre lo puedes recopilar en una caja aparte. Una especie de “purgatorio de trastos”. Pasado un mes, decide la suerte de los elementos que haya dentro de esa caja. No siempre la basura es el destino para los objetos desechados. Otras opciones (dependiendo del estado y de su valor) son: donar a organizaciones benéficas, vender por EBay o en tiendas de segunda mano, regalar a familiares, reciclar y dar otro uso, etc.
7) Sistematiza los procesos repetitivos en tu vida y en tu negocio.
Hay una serie de tareas que repetimos de forma periódica…entonces ¿porque no sistematizarlas? Me refiero a buscar herramientas que nos ayuden a hacerlas de forma automática. Por ejemplo, en tu negocio, a la hora de publicar contenidos en Twitter, puedes automátizar la publicación y programar los tweets con una aplicación como Hootsuite. De esta forma, liberarás tiempo para hacer tareas clave en tu negocio.
Deseo que estas pista e ideas sean de utilidad en tu día a día…
¿Qué cosas te funcionan a ti para simplificar tu vida y tu negocio?
Me gustaría que compartieras tus opiniones y experiencias en los comentarios.
http://www.franhernandez.net/7-ideas-sencillas-para-simplificar-tu-vida-y-tu-negocio-ii/
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