El Génesis es el primero de los
libros de la Torá judía y
también el primero del Antiguo Testamento cristiano,
en tanto, su importancia
radica justamente en que nos sitúa y relata el comienzo de la propuesta divina
a través de un lenguje popular y super asequible para cualquiera, es decir,
desde un niño, pasando por un adolescente y hasta un adulto entenderán sin
problemas la promesa, la elección, la alianza divina y la compleja red de
genealogías desde los primeros pobladores del mundo Adán y Eva.
Mientras tanto, Noé es uno de los personajes
más destacados que se puede conocer a través del Génesis. Sobre él se
cuenta respecto de sus antecesores (Lamec) y sucesores
(Sem, Cam y Jafet) y lo más importante, que sobre el recayó una
de las responsabilidades más grandes que haya tenido el hombre, porque Noé fue el elegido por Dios entre miles
de contemporáneos para que sea el único sobreviviente en la tierra tras el
diluvio universal desatado por el propio Dios al ver
la tierra dominada por la violencia y el pecado.
Según cuentan las páginas del Génesis, Noé, gozaba de la virtud de ser el hombre más justo de su generación y por esa condición es que Dios lo eligió para embarcarlo junto con su familia y con algunas otras especies en una embarcación popularmente llamada Arca de Noé para así verse protegidos de las devastadoras consecuencias del temporal de lluvia. A través de esa “estrategia” Dios lograría limpiar la tierra plagada de pecado y la repoblaría, gracias a la naturaleza de Noé, de hombres muchísimo más justos y nobles.
Según cuentan las páginas del Génesis, Noé, gozaba de la virtud de ser el hombre más justo de su generación y por esa condición es que Dios lo eligió para embarcarlo junto con su familia y con algunas otras especies en una embarcación popularmente llamada Arca de Noé para así verse protegidos de las devastadoras consecuencias del temporal de lluvia. A través de esa “estrategia” Dios lograría limpiar la tierra plagada de pecado y la repoblaría, gracias a la naturaleza de Noé, de hombres muchísimo más justos y nobles.
Y de esta
manera con Noé y su familia y
una pareja de animales de cada especie, Dios
sellaría una nueva alianza con los hombres.
Si bien ha habido un
sinfín de interpretaciones sobre el personaje de Noé, lo cierto es que él y
solamente él ha sido elegido de entre miles por su integridad, Dios le consagró
la delicada e importante tarea de “crear” una raza nueva y buena y por tanto es
que muchos lo han visto como una
prefiguración de Jesús.
De la
historia que nos trae el mismísimo Génesis sabemos que la descendencia de Noé
en efecto fue la nueva humanidad constituida en la tierra, sin embargo y aunque
en lo que a él personalmente respecta pudo cumplir con el mandato
importantísimo de Dios, lamentablemente, la maldad no pudo ser desterrada de la
faz de la tierra y fueron necesarias nuevas alianzas por parte de Dios para
conseguirlo, aunque claro, es imposible no recordarlo a Noé como uno de los
seres humanos más comprometidos en la tierra con el plan de Dios
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