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lunes, 3 de junio de 2013

La princesa más deseada pone fin a su soltería en una boda poco real

Suecia se prepara para el enlace de Magdalena, la hija menor de los Reyes
 
 
Magdalena de Suecia, con sus padres y su prometido, durante una visita de los reyes a Nueva York. / Cindy Ord (WireImage )
 
Magdalena de Suecia figuró durante muchos años en la lista de las princesas más deseadas. Si se le buscaba, por ejemplo, una novia perfecta a Felipe de Borbón siempre aparecía ella entre las candidatas.
 
Pero ya se sabe, ahora los príncipes no se casan con princesas. Don Felipe contrajo matrimonio con una periodista y Magdalena lo hará con un joven inversor nacido en Austria pero residente en EE UU. Todo está listo en Estocolmo para que el próximo sábado la hija menor de los Reyes de Suecia contraiga matrimonio. Será una boda real de segunda categoría ya que no se trata de una heredera, pero sí de la hija de un monarca, muy popular entre los suyos.

Este es el segundo intento para Magdalena, que ya estuvo a punto de pasar por el altar. En agosto de 2009, la Casa Real sueca anunció su compromiso con Jonas Bergström y meses después, cuando ya todo estaba listo, el mismo portavoz comunicó la ruptura de la pareja. Bergström fue descubierto siendo infiel. Magdalena se mudó a Nueva York para alejarse de todo. Poco después conoció a Chris O’Neill. En octubre, la pareja decidió casarse.

O’Neill ha tomado una decisión con escasos precedentes. Ha renunciado a tener un título real. Quiere seguir siendo, en la medida de lo posible, un ciudadano de a pie para así poder desarrollar su trabajo como financiero porque los miembros de la familia real sueca no pueden ocupar cargos de responsabilidad en negocios. El pasado mes de noviembre, el periódico sueco Aftonbladet realizó una investigación sobre su actividad profesional y publicó que la empresa de la que es socio tiene su domicilio en las Islas Caimán y el estado de Delaware, dos lugares conocidos como paraísos fiscales.

Magdalena, eso sí, mantendrá su puesto como cuarta en la línea de sucesión al trono y conservará la asignación que recibe del Estado sueco. Muchas de las casas reales europeas estarán presentes el sábado en Estocolmo para asistir al enlace. De la española no acudirá nadie, como ha informado un portavoz de la Casa del Rey.

Un día antes comenzarán los fastos previos con una cena privada en el Grand Hotel de Estocolmo para 350 invitados llegados de todo el mundo. Con posterioridad a la boda, los reyes suecos organizarán un banquete en el Palacio de Drottningholm.

La pareja residirá en Nueva York como hasta ahora. Y en este intento de minimizar al máximo la ostentación de este tipo de ceremonias los novios han decidido donar todos sus regalos a asociaciones infantiles como, por ejemplo, World Childhood Foundation, con la que colabora Magdalena.

Pero en esta boda la atención no solo estará puesta en los novios. Hay otra pareja en la que se detendrán las miradas: la que forman Carlos Felipe, el único hijo varón de los Reyes de Suecia, y Sofía Hellqvist. El pasado como actriz erótica y participante en un reality show de la novia del príncipe fue inicialmente mal visto por la familia real sueca pero parece que finalmente el Rey está dispuesto a aprobar la relación.
Buena prueba de ello es que Sofía está participando en todos los actos previos al enlace donde es fotografiada como un miembro más de la casa real. Sofía asistirá al enlace que será su verdadera prueba de fuego ante los representantes de las monarquías. Todo parece indicar que una vez quede atrás la ceremonia del sábado en Estocolmo, el portavoz de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia se dispondrá a anunciar otra boda.

 


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