La joven paksitaní Saima Bibi,
de 17 años de edad, fue electrocutada y murió a manos de sus propios
familiares, que se reunieron en un “Consejo de Aldea” y decidieron que
debía ser castigada. Su delito: haberse enamorado de un hombre al que su
familia no aceptaba e intentar casarse con él. Saima Bibi “deshonró” a su
familia y por ello, según un portavoz policial, se hallaron en el cuerpo de la
joven “indicios de tortura y quemaduras en el cuello, espalda y manos”. El
padre y un tío de la niña fueron detenidos.
El asesinato no fue cometido
en un arrebato de furia o en medio de una discusión – lo cual no implicaría
ningún atenuante – sino que fue fría y cruelmente premeditado.
Según la agencia de noticias
Europa Press, “Al parecer, Bibi se enamoró
de un vecino suyo, Dilawar, con quien se fugó hace un mes a Karachi, la
principal ciudad del país. La joven regresó a su aldea de origen con la promesa
de sus familiares de que permitirían su matrimonio, pero éstos finalmente se
negaron alegando que el joven procede de una casta inferior”.
Los crímenes de honor
representan un método abierto y brutal de control, opresión y subordinación de
las mujeres por los hombres.
En las sociedades modernas el
concepto de “honor” se refiere a la conducta individual, a la integridad de una
determinada persona de acuerdo a su comportamiento social. En las sociedades
comunales, este término abarca el comportamiento social colectivo de una
familia. En este tipo de sistemas, un individuo es responsable por el honor de
todo el grupo familiar, así, el honor de un hombre depende del comportamiento
de su mujer, el de un padre, de la conducta de sus hijas.
Es por ello que las mujeres se
ven obligadas a considerar cada aspecto de sus vidas en función del honor
familiar y su reputación depende de cualidades tales como sumisión, modestia y
obedicencia. Las posibilidades de que una familia perdone lo que considera una
ofensa al honor son mínimas y si la víctima potencial logra escapar del
castigo, necesitará protección a perpetuidad, especialmente si se tiene en
cuenta las amplias redes de parientes y amigos que estarían dispuestos a
ejecutar la sentencia o a delatarla.
Debido a que este fenómeno se
produce generalmente en comunidades cerradas, ello genera una red de vigilancia
y rumores, y tanto la familia como la comunidad tienen un rol activo en la
represión de la autonomía de las mujeres. Además, el concepto de ofensa al
honor se centra más en una percepción pública que en un comportamiento real, y
el “juicio”, como así también la “sentencia” se producen sin ninguna necesidad
de pruebas por parte de quien acusa y sin posibilidad alguna de que la mujer
presente pruebas de su inocencia.
Por otra parte, las faltas al
honor suelen ser castigadas en forma pública y con extrema crueldad, de modo
tal que produzcan un “efecto disuasorio” en las mujeres en general.
Algunas de las acciones o
situaciones fuertemente ligadas a la violencia supestamente destinada a
defender el honor y que pueden provocar la pena de muerte son:
·
Pérdida de la virginidad fuera del matrimonio
·
Embarazo antes del matrimonio
·
Infidelidad
·
Mantener una relación que no cuenta con la
aprobación familiar
·
Pedir el divorcio
·
Pedir la tenencia de los hijos después del divorcio
·
Dejar el hogar familiar o marital sin autorización
·
Causar escándalo o provocar rumores en la comunidad
·
Ser víctima de violación
De todos modos, algunos casos
de violencia y crímenes de honor son motivados por conductas tales como reir en
exceso o en forma estridente, mirar por la ventana, recibir un obsequio o
utilizar un baño público.
De acuerdo con la prensa
internacional, al menos 650 mujeres fueron asesinadas durante el año 2009 en
Pakistan por delitos de honor.
Este dato, parcial y no
oficial, muestra a las claras que este tipo de atrocidades sólo se cometen en
el contexto de un “terreno fértil”. Un espacio que la ley y la justicia
han dejado vacío y que ha sido ocupado por la opresión y la brutalidad contra
una gran cantidad de mujeres a las que nadie defiende.
Fuentes de información:
Europa Press , “Women Against Shariah”, “The Republic of Cousins. Women’s Opression in
Mediterranean Society” (Tillion
No hay comentarios:
Publicar un comentario