Para ahorrar hay que eliminar gastos en pequeñas cosas cuya repercusión
sobre el presupuesto doméstico es mucho mayor de lo que parece
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La política de contención de gastos
domésticos que permitan llegar a fin de mes pasa por evitar compras
innecesarias o lograr productos a través de promociones y ofertas puntuales.
También se pueden utilizar pequeños trucos para obtener material de escritorio,
periféricos informáticos, productos de ocio, etc. con el consiguiente ahorro
que permitirá no descuadrar el presupuesto familiar. A continuación se indica
cómo conseguirlo.
Ahorro en pequeñas cosas, grandes
resultados para economías desesperadas
No están las cosas para despilfarrar, por lo que no
resulta extraña la contención de gastos que se ha puesto en marcha en casi
todos los hogares y que ha reducido las compras más insignificantes,
precisamente porque no son imprescindibles.
Utilizar WhatsApp o el correo electrónico permite ahorrar el gasto de
folios, tarjetas, sobres y sellos
Ya no se trata de aplicar estrategias para el
ahorro en los recibos domésticos o en la cesta de la compra, sino de eliminar
desembolsos de pequeñas cosas, cuya repercusión sobre el presupuesto es mucho
mayor de lo que parece. Este plan puede generar un ahorro más que aceptable
todos los meses, por lo que merece la pena ponerlo en práctica.
1. Las compras en el
supermercado pueden servir para esquivar el gasto que conlleva adquirir
bolsas de basura. Son innumerables las veces que se olvidan en casa las
bolsas reutilizables y hay que recurrir a adquirir una de plástico en la caja
del súper. En esos días, la bolsa se puede emplear para esta tarea doméstica.
2. Se puede evitar el
envío de postales o cartas, si se usa para felicitaciones, recuerdos,
avisos, etc. WhatsApp o el correo electrónico, ya que estos
sistemas permiten mandar textos y toda una serie de documentación, así como
material gráfico de apoyo para estas comunicaciones personales. Si se aplica
esta estrategia se ahorrará dinero en sobres, folios, tarjetas... y también en
sellos, el gasto que más encarece esta forma de comunicación.
3. Quien necesite un encendedor,
bien para prender un cigarrillo o para poner en funcionamiento la cocina de gas, puede obtenerlos gratis.
Algunos restaurantes o bares que se frecuenten de forma habitual, los tendrán
en promoción y basta con pedírselos; y en numerosos estancos, a partir de una
compra determinada, los ofrecen como obsequio.
4. Por medio de una jarra
purificadora, se puede disfrutar del sabor y la calidad del agua corriente.
Así, se ahorra el gasto semanal en compra de agua mineral en botellas. Por unos pocos euros
(entre 20 a 50 euros), se podrá evitar para siempre el goteo de gasto constante
en agua embotellada.
5. Los periféricos
para el ordenador (teclado, ratón... ) pueden resultar muy baratos o gratis
en algunos casos. Si se cliente habitual de una tienda de informática, se
pueden conseguir de manera gratuita artículos que estén en existencias y cuyo
almacenamiento genere problemas al vendedor. Eso sí, lo más seguro es que sean
modelos más básicos y menos sofisticados.
6. Los grandes
cinéfilos pueden gastar mucho dinero al año para disfrutar de las bondades
de este arte, pero desde hace tiempo los grandes grupos de comunicación ofrecen
la posibilidad de obtener las mejores películas gratis con solo comprar sus
publicaciones. Aunque es cierto que no se encontrarán los últimos estrenos de
la cartelera, se podrá ver buen cine a precios irrisorios.
7. En la adquisición de
los productos de aseo personal y belleza (crema de afeitar, maquinillas
para afeitar, desodorantes, etc.), hay marcas comerciales que ofrecen más
capacidad o unidades al mismo coste. Se puede utilizar esta estrategia para el
mantenimiento personal y, de paso, ahorrar unos cuantos euros cada vez que haya
que reponer estos productos.
8. Casi todos los artículos
de escritorio (bolígrafos, lápices, papel, etc.) se pueden
conseguir de forma gratuita a través de las promociones que hacen las empresas
para divulgar su actividad comercial o profesional.
Aprovechar la calderilla
Cada vez que se hace una compra,
suele resultar incómodo que den el cambio en céntimos (de uno, dos o cinco).
¿Qué se puede hacer con estas monedas tan pequeñas? Si se guarda toda la
calderilla en una hucha o bote hasta llegar a completar una cantidad
aceptable (20, 50 o 100 euros), después se podrá destinar a las principales
adquisiciones personales o familiares.
También se puede aprovechar la
calderilla para llevarla en las compras en que se sabe antes su precio y así
dar el importe exacto, sin tener que cambiar las monedas o billetes de
mayor valor.
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