El exempleado de la CIA, que reveló las prácticas irregulares de la NSA, aún no consigue asilo. Aquí, el diario El País
reconstruye la huida del hombre que ha puesto en alerta a varios servicios
secretos del mundo.
Edward Joseph Snowden, un joven analista de inteligencia, decide dejar
atrás su cómoda vida en Hawai y a su novia para tomar un vuelo que cambiaría
totalmente su vida. El 20 de mayo se dirige a Hong Kong. Hace varias semanas
atrás, ha entrado en contacto con la documentalista Laura Poitras y, más
recientemente, con el bloguero del diario británico The Guardian Glenn
Greenwald.
El exempleado de la CIA llega a
la excolonia británica con una maleta negra y cuatro ordenadores portátiles. Se
aloja en una habitación del Hotel The Mira, donde permanece por más de quince
días. A principios de junio logra citarse con Poitras y el redactor de The
Guardian en un hotel de Hong Kong. La clave: Snowden aparecería de un momento a
otro con un cubo Rubik en la mano.
El 7 de junio, The Washington
Post y The Guardian dan a conocer al mundo una noticia que
desencajaría al presidente Barack Obama y al premier británico David Cameron:
Estados Unidos ejerce un espionaje masivo recolectando información a través de
Google, Facebook, Apple y Skype.
Según dicha información, la NSA tiene
acceso, mediante el programa Prisma, a los correos electrónicos, búsquedas de
internet, archivos enviados y conversaciones online de cualquier ciudadano no
estadounidense fuera de las fronteras de EE UU. La noticia repercute en casi
todo el planeta.
El domingo 9 de junio aparecen
las primeras imágenes del hombre que ha puesto en jaque a la inteligencia de
EE.UU. La entrevista en video efectuada por Greenwald es transmitida por los
principales medios del mundo. Mientras Obama justifica las acciones de EE.UU.
argumentando la incansable lucha contra el terrorismo internacional, David
Cameron se niega a confirmar que el GCHQ, centro neurálgico de las escuchas de
la inteligencia británica, haya utilizado el programa Prisma.
La
respuesta de Julian Assange
Pocos días después, el fundador de Wikileaks decide enviar a Hong Kong a su mano derecha: Sarah Harrison, quien “maneja cuestiones relativas a una extradición”. Por su parte, Kristinn Hrafnsson, portavoz de Wikileaks, revela que él se ha encargado de las gestiones en Islandia para intentar que el gobierno acoja al analista norteamericano.
Pocos días después, el fundador de Wikileaks decide enviar a Hong Kong a su mano derecha: Sarah Harrison, quien “maneja cuestiones relativas a una extradición”. Por su parte, Kristinn Hrafnsson, portavoz de Wikileaks, revela que él se ha encargado de las gestiones en Islandia para intentar que el gobierno acoja al analista norteamericano.
En una reunión con su equipo de
abogados, Snowden solicita a los asistentes colocar sus móviles en la nevera
para evitar escuchas. Días después, el 20 de junio, un colaborador de
Wikileaks, Olafur Sigurvinsson, asegura que tiene un avión preparado para traer
al analista norteamericano a Islandia, pero falta el permiso del gobierno.
Paradero
desconocido
Si bien el Departamento de Estado de EE.UU. solicita a Hong Kong la extradición de Snowden, el 23 de junio el analista le pide al presidente ecuatoriano Rafael Correa asilo. Informaciones posteriores apuntan a que el exempleado de la CIA está en Sheremiétevo (Moscú), pero no hay evidencia de que Snowden esté allí.
Si bien el Departamento de Estado de EE.UU. solicita a Hong Kong la extradición de Snowden, el 23 de junio el analista le pide al presidente ecuatoriano Rafael Correa asilo. Informaciones posteriores apuntan a que el exempleado de la CIA está en Sheremiétevo (Moscú), pero no hay evidencia de que Snowden esté allí.
Cabe recalcar que Moscú, no está
técnicamente en Rusia porque no cruza formalmente la frontera. En este
contexto, el 25 de junio, Vladímir Putin, afirma que prefiere no ocuparse del
caso.
El viernes 28, el joven de 30
años parece no tener escape. Su pasaporte invalidado le impide entrar en
territorio ruso. Ecuador no puede otorgarle asilo si no se encuentra
físicamente en territorio ecuatoriano. En tanto, Obama evita afectar sus
relaciones con China y Rusia, por lo que decide no movilizar aviones.
El paradero de Snowden es aún
desconocido, pero su padre ha asegurado que su hijo está dispuesto a retornar a
Estados Unidos, solo si le aseguran que permanecerá libre antes del inicio del
juicio.
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