Los judíos
celebran a partir de esta noche "Pésaj" (pascua), una de las
festividades más importantes con la que recuerdan el éxodo bíblico de Egipto y
se abstienen de comer pan durante toda una semana.
De acuerdo a
la tradición, se privarán durante siete días de comer cualquier alimento
leudado a fin de conmemorar el episodio bíblico del Éxodo, en el que escaparon
de la esclavitud en el Egipto faraónico bajo el liderazgo de Moisés hace unos
3.500 años.
Según la
tradición, teniendo que escapar a toda prisa de Egipto, los israelitas no
pudieron hornear el pan correctamente y tuvieron que conformarse con una suerte
de masa no leudada, denominada en hebreo "matzá".
Se entiende
como "leudado" la mezcla de agua, durante más de dieciocho minutos,
con alguno de los cinco cereales básicos con los que se elabora el pan: trigo,
centeno, cebada, avena y escanda.
Pero esta
costumbre hoy en día no se limita exclusivamente al pan, sino que entre algunos
sectores también se incluyen las legumbres, especialmente entre los judíos de
origen askenazí (originarios de Europa central y oriental).
Además de la
tradición de no comer productos fermentados, en los hogares judíos se realiza
días antes una limpieza a fondo para deshacerse de las más minúsculas migas, a
la que sigue la venta simbólica de los productos prohibidos a un no judío.
También
proliferan las hogueras en ciudades de todo el país, donde los más
tradicionalistas queman los últimos restos de pan.
Gran parte
de los hogares judíos celebran esta noche la principal cena pascual denominada
"Seder", un ritual en el que se suelen degustar otros alimentos que
simbolizan los momentos agridulces y la penurias que vivió el pueblo judío en
su salida de Egipto.
El
"Pesaj" coincide este año con la Semana Santa, uno de los momentos
álgidos en la afluencia de turistas y peregrinos a la zona, que según
estimaciones del Ministerio de Turismo de Israel alcanzarán los 150.000. EFE
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