La oración
es un puente que nos ayuda a comunicarnos y a acercarnos a Dios, y es de gran
importancia para lograr paz y armonía en nuestras vidas.
A través de
ella podemos desahogarnos y expresar nuestros sentimientos sin temor a ser
criticados, regañados o burlados, pues es un momento mágico, a solas con Dios y
nuestro Ser Interior.
Podemos
hacer uso de la oración tantas veces lo creamos prudente o necesario, ya que
Dios no tiene límites de horario para escuchar a sus hijos pues es un papá
abierto y dispuesto 24 horas y más allá de todo tiempo conocido. Aunque algún
día te sientas sola o con el peor de los problemas, esta siempre será una vía
para encontrar paz en tu corazón.
También
podemos usar la oración para dar gracias por los acontecimientos felices que
nos suceden o para pedir ayuda y consejo en momentos de duda o perturbación, y
aunque la mayoría de las veces no recibamos una respuesta, es como una llave
mágica que se utiliza para abrir un baúl de respuestas que siempre ha estado
presente, pero que se encontraba oculto ante nuestros ojos.
Como muchas
cosas en la vida, tiene beneficios, entre los cuales se encuentra el
acercamiento personal con
Dios; la unión de las personas, cuando se hace en
grupo; pero podría decirte que el mayor de todos es que sirve como medicina
para el alma.
Finalmente,
antes de darte una receta de cómo orar,
me gustaría concluir con las palabras de la Madre Teresa de Calcuta que
espero te ayudará a reflexionar y llegar a tus propias conclusiones:
“El fruto
del silencio es la oración.
El fruto de
la oración es la fe.
El fruto de
la fe es el amor.
El fruto del
amor es el servicio.
El fruto del
servicio es la paz.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario