Aportar valor de manera continuada es una de las mejores estrategias que puedes poner en práctica en tu pequeño negocio.
Es como una planta a la que riegas, para que luzca en todo su esplendor. Tienes que hacerlo con tus clientes potenciales (aquellos a los que quieres atraer), con tus clientes actuales y sobre todo con tus clientes de toda la vida (los fidelizados, los que de manera habitual vuelven a renovar su confianza en ti, recurriendo a ti, una vez tras otra).
Una de mis máximas cuando trato con una persona, es que cuando termino de conversar con ella, se marche siempre con nuevas cosas que antes no tenía; nuevas ideas, soluciones a sus problemas, dudas ya resueltas, inspiración, motivación, etc.Quiero aportar mi granito de arena en su bienestar.
No lo hago solamente por una cuestión comercial, cuando por ejemplo estoy frente a un cliente. Lo hago sobre todo, porque me gusta y me hace sentir bien. Es mi modesta contribución a mejorar este mundo.
Todas las acciones que realices en tu negocio, deben estar encaminadas a aportar valor. Por un lado valor gratuito, que ayuda a otras personas. Por otro lado, valor premium, que se cristaliza en tus servicios y productos.
Una de los medios más poderosos para entregar valor, es el vídeo. Y lo es, porque además de ayudarte a generar confianza y a empatizar, es un vehículo para transmitir emociones.
Hoy te quiero proponer hacer un vídeo. Un vídeo muy especial. Se trata de una pieza de 1 minuto de duración en la que te pones frente a la cámara y aportas información relevante para tu cliente objetivo.
No es necesario hacer una producción de Hollywood. Piensa que la cámara es tu cliente. Háblale de manera cercana y utilizando un lenguaje sencillo. Evita tecnicismos (salvo que sean estrictamente necesarios). Esos, solo le interesan a tus compañeros de profesión.
Pero espera, por favor!! Antes de darle al REC, te propongo 5 pasos para hacer más efectivo ese vídeo que vas a grabar.
¡Vamos con ellos!
1) Hazte un pequeño guión con el tema que vas a tratar.
Por encima de todo, el contenido es lo más importante en un vídeo. Aborda temáticas que ocupan/preocupan a tu cliente.
Responde a preguntas frecuentes que te suelen plantear. Busca siempre temas que ronden en su mente. Si conoces bien al perfil de cliente de tu negocio, te será fácil. Si no, piensa en un cliente concreto, que para ti representa tu cliente ideal y responde a sus dudas. Te puedes basar incluso en las problemáticas detectadas durante alguna de las conversaciones que has mantenido con él.
Una vez esta claro el tema a tratar, es el momento de prepararte un guión escrito de lo que vas a decir. Este paso lo puedes hacer de dos maneras; escribir los puntos clave, para luego desarrollarlos en la grabación o detallar la conversación completa. Todo dependerá de cómo te sientas más seguro y cómodo.
La segunda opción, tampoco implica aprenderse el guión palabra a palabra, si no quieres. Lo puedes usar como base. Si cambias durante la grabación algo, no pasa nada. Así el resultado será más espontaneo y natural.
Debes asegurarte que lo que has escrito, funciona perfectamente en “modo hablado”. Para ello, léelo varias veces en voz alta y corrige aquellas expresiones, que escritas quedan bien, pero que para tu vídeo resultan artificiales. Utiliza un lenguaje sencillo. Si hay una palabra en la que te trabas siempre (en los ensayos o en la grabación), sustitúyela por un sinónimo.
2) Elige un entorno adecuado.
No hace falta que montes un set de televisión con decorados. Ante todo, has de encontrar un rincón de tu negocio, donde puedas grabar cómodamente. Un oasis de tranquilidad, sin personas que te interrumpan, ruidos de fondo o teléfonos móviles que suenan en el instante más inoportuno (cuando estas grabando).
Otra cuestión que has de tener en consideración es el fondo sobre el que vas a grabarte. Durante tu vídeo, vas a transmitir una serie de ideas. Si por ejemplo, eliges un fondo en el que se ve una estantería desordenada y caótica, vas a transmitir, además, caos.
El fondo no tiene que distraer, debe ser armonioso, minimalista. Debe contribuir a que la atención se enfoque en ti.
¿Te imaginas que tu cliente, al finalizar de ver el vídeo, se acuerde más de la llamativa figura que tenias en la estantería, que de los conceptos que querías transmitir?
3) Cuida el sonido (la importancia de un audio óptimo).
Un vídeo con mala iluminación, puede seguir funcionando y atraer la atención de tu público, siempre y cuando el contenido sea de interés. Sin embargo, si el audio es malo o directamente pésimo, el vídeo nunca funcionará. Tu mensaje no será entendido. El usuario dejará de ver el vídeo a la primera de cambio y pasará a hacer otra cosa.
En la medida de tus posibilidades, intenta que la captación de audio se haga en las mejores condiciones. Busca un lugar para grabar, sin ruidos de fondo. Si utilizas el micrófono de la cámara, acerca esta todo lo que puedas, para que tu voz se escuche más nítida. No hagas planos demasiados abiertos, si detectas ruido de fondo. Opta en su caso, por planos más cortos. Tampoco se trata de hacer un primer plano del ojo… ¿eh? ;)
Si tu cámara dispone de entrada de audio, emplea un micrófono de solapa. Así garantizarás siempre la captación de un audio de calidad.
4) Hazlo fácil para tu público, hazlo fácil para ti.
No te compliques la vida. Haz que la elaboración de tu vídeo sea lo más sencilla posible.
¿Para qué vas a grabar un vídeo largo que poca gente va ver y en el que vas a invertir bastante tiempo?
Simplifica y haz un vídeo de 1 minuto de duración.
Fran… ¿pero no es muy poco tiempo?
Es más efectivo un vídeo directo al grano, que uno muy largo. Es mejor para ti y para tu público. A ti, te resultará más sencillo hacerlo y a tu cliente, le resultará más fácil de “consumir”. Solo ha de “tomarse una píldora” de conocimiento de 60 segundos. Después…a otra cosa.
Piensa que todos siempre andamos muy liados y con el tiempo justo. Además, a partir de los 2 minutos la curva de atención baja dramáticamente.
5) Se tu mismo, se autentico.
No se trata de crear un personaje. De actuar o de ser alguien distinto. La gente quiere autenticidad. Para ver personas perfectas, ya están las revistas de moda con ración extra de Photoshop.
Si te equivocas, no pasa nada. Vuelve a repetir la toma. Las imperfecciones nos hacen ante todo más humanos. Además, las tomas descartadas, te servirán para realizar después un vídeo con tomas falsas.
Recuerda, que la cámara es la persona a la que te diriges. Háblale mirándole a los ojos. Se cercano. Si eres una persona sonriente, muéstrate así. Si eres seria, no hace falta que cuentes el último chiste de chiquito de la calzada. :)
Estas generando empatía con la persona que en ese momento visualiza tu vídeo. Tu lenguaje no verbal, también hablará por ti.
Se sobre todo y ante todo se emocional y empático. Que todo fluya y salga de dentro.
Habla con pasión de aquello que te apasiona. La pasión es una energía contagiosa que traspasa la pantalla.
Me gustaría que participaras con tus opiniones y experiencias en los comentarios.
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