Según la Nueva Medicina: Psique-Cerebro-Cuerpo, fundada por
el Dr. Hamer en Alemania y que ha evolucionado con la escuela francesa a lo que
actualmente se llama la Descodificación de las Enfermedades, cada patología
tiene un código que se registra en el cerebro biológico y que se origina en la
psique. Experiencias traumáticas vividas, conflictos emocionales, sufrimientos,
producen una huella energética en el cerebro visualizada por Resonancia
Magnética, pero que es tan sutil que los que no conocen sobre esta
interpretación, la catalogan como una “mancha” producida por un defecto de la
máquina. Además esta huella energética, llamada Foco de Hamer, no traduce
ninguna sintomatología neurológica, por lo que no se le da importancia alguna.
Sin embargo, Hamer logró demostrar la correlación que existe
entre el conflicto emocional (Psique), la “mancha” (Cerebro) que tiene una
localización específica según sea el tipo de sufrimiento vivido y la enfermedad
desarrollada y su ubicación también específica en el cuerpo.
Así se logra explicar todas las enfermedades crónicas y
algunas enfermedades agudas. Los factores ambientales, la higiene personal de vida
como la alimentación, el ejercicio, el sueño, el descanso, la recreación y
otros elementos van a jugar un papel importante para que la persona se
encuentre más o menos susceptible para que el conflicto emocional vivido le
afecte o no. También influirá si la persona ha pasado ya por conflictos
semejantes y si los ha puesto en palabras o no.
La diabetes es la enfermedad de la resistencia, por ejemplo
oponerse a hacerse una operación que no desea o a cuidar de un familiar que le
produce mucha angustia o repulsión o sentirse excluido y resistir a ello,
defenderse de alguien o de algo en especial, asistir frecuentemente a un grupo
donde se siente mal, tener que soportar un jefe agresor, etc.
¿Por qué está aumentando el número de
diabéticos en el mundo?
Existe dos tipos de diabéticos: Tipo 1: en el que las
células del páncreas son incapaces de producir insulina o han sido destruidas
por anticuerpos (enfermedad autoinmune).
Sólo son el 10% de los diabéticos.
Tipo 2: en el que la insulina es insuficiente o existe una
resistencia a la misma. Este es el grupo que se encuentra en aumento galopante
y que si sigue así se duplicará o triplicará su número dentro de 40 años.
La Medicina Convencional ha estudiado bien la relación entre
esta enfermedad y el tipo de alimentación, el sedentarismo, la obesidad, el
aumento del colesterol y la hipertensión arterial. Con lo cual la Diabetes deja
de ser una enfermedad causada por el trastorno de un órgano: el Páncreas, como
muchas veces se le sigue tratando, a ser una enfermedad sistémica en que se
encuentran involucrados otros órganos, como elementos causales. Lo que habla
poco o nada, la Medicina Convencional, es sobre otras causas que vienen también
en aumento, como productora de esta y muchas otras enfermedades crónicas. Y
éstas son las emocionales. La resignación fue una de las características
impuestas por la cultura y la religión. Y con frecuencia se resignaban a la
pobreza, al mal marido o a la esposa colérica y a otras situaciones de la vida.
Se resignaban sin resistencia. El sufrimiento se transforma en otros problemas
de salud, pero no en Diabetes. Ahora, es distinto. El Postmodernismo ofrece
otras opciones, otras salidas y con ello la esperanza y por tanto también la
resistencia a seguir viviendo como se vive; resistencia con repugnancia de
soportar a la pareja agresora, a los hijos o padres abusadores psicológicos o
sexuales, al jefe dictatorial, al vecino irrespetuoso e invasivo de la
privacidad y del silencio, etc.
Caso clínico:
Michelle de 66 años de edad, llega al consultorio del Dr.
Claude Sabbah, uno de los maestros franceses de la Descodificación de las
Enfermedades (citado por Claude Bouvier). Su diabetes se inició con la
menopausia y requiere de la insulina para controlarla. Cualquiera pensaría que
fue el trastorno hormonal de ese período de la vida que le provocó la diabetes,
pero no fue así.
-“¿Qué es lo que más le molesta en su vida?”, le preguntó el
Dr. Sabbah.
Michelle guardó un silencio expectante.
-“¿Qué es lo que más le molesta en su vida?”, le repitió la pregunta.
Michelle no contestó.
Muchas veces, el conflicto emocional que estamos viviendo,
“no lo vemos” o no queremos saber de él, por lo que no llega a la conciencia
fácilmente; ha sufrido el mecanismo de la represión. En la siguiente consulta,
Michelle trae la respuesta:
“Mi esposo quiere hacer el amor conmigo todo el tiempo y yo
no tengo ganas. Yo cumplo a veces pero con resistencia y a veces con
repugnancia”.
Para resistir es necesario de la fuerza muscular que
funciona con la glucosa. El páncreas obedece y entonces bloquea la producción
de insulina o envía una de mala calidad que no introduce la glucosa en las
células, permaneciendo en el torrente sanguíneo. El azúcar está ahí,
disponible, pero no lo puede utilizar. Michelle está preparada a huir de su
marido, pero no lo hace, no utiliza la glucosa que se queda en sangre
provocando daños en todo el cuerpo.
Al marido se le explica con delicadeza la situación sin
decirle lo que debe hacer. Y a ella, el por qué está produciendo la Diabetes.
Son ellos dos, ahora conscientes de la situación que deben tomar una decisión
al respecto.
Luego de un año de este tipo de terapia, Michelle dejó la
insulina y sólo necesitó de una tableta al día de un antidiabético oral y de
una alimentación adecuada.
Tipo de conflicto:
La Diabetes es un conflicto del Yang. El Yang es el
exterior, es lo expansivo, es lo agresivo, es lo exigente. Es el calor, es la sequedad, es el
verano. Es el cielo, es el día, es el
sol. La Diabetes es un conflicto emocional de tipo masculino: de resistencia y
de preparación para el combate: aglutina la glucosa en la sangre para tenerla
lista para introducirla a los músculos.
El paciente está listo para la acción pero no pasa a realizar el acto. El hemisferio cerebral derecho es el que
recibe el impacto del conflicto emocional, es el cerebro masculino, y ordena al
páncreas de no producir insulina o producirla en cantidad o calidad
insuficiente para que no introduzca la glucosa en las células.
¿A qué se resiste el individuo?
Al disgusto, a la contrariedad permanente, a lo repugnante,
a lo injusto, al rechazo, como ocurre, en poblaciones migratorias, en caso de
violación, desempleo, quiebra de un negocio, violencia y en el amor
insatisfecho.
“En las reservas americanas donde sobreviven 200.000
indígenas nativos, sobre los 15 millones masacrados, el 95% son diabéticos”
(Claude Bouvier).
El paciente puede hacer diabetes con obesidad para crear un
chaleco antibalas de protección ante las agresiones que está recibiendo o
recibió, o para no ser objeto de deseo, por la violación sufrida: “mejor pongo
feo mi cuerpo para que los otros no me deseen y no me violen…me resisto”.
Diabetes viene del latín y éste del griego: dia: “a través”,
betes: “correr”: “correr a través de”: haciendo alusión a la poliuria (abundante
orina que se produce en el diabético, arrastrada por el azúcar). Pero, su otro
significado es: dia: “cortado en dos”. Beth: “casa”: “la casa está dividida en
dos” = conflicto de separación en la familia: “Resisto a la separación y al
rechazo que me hacer, es injusto” “me excluyeron de la herencia”, “mi pareja ya
no me quiere, pero yo me resisto a dejarla”, etc.
La Diabetes y el amor.
Si la Diabetes es resistencia a algo o alguien que nos
produce temor, rechazo, contrariedad, injusticia, su contrario sería la
aceptación. Pero, ¡cuidado!, la aceptación no significa que nos quedaremos en
esa situación de peligro, de desamor, de frustración. La aceptación significa
darse cuenta de lo que está sucediendo, el primer paso para luego pasar a la
acción y hacer un cambio en la vida.
Por ello muchas veces la Diabetes tiene relación con haber
perdido la dulzura del amor ya sea porque no se recibe amor, hay un fracaso en
el amor, ya sea porque no se permite ser amado o amada, entonces buscarán el
dulzor en los alimentos, el placer de comer para compensar lo que no se puede
recibir en lo afectivo.
En la Diabetes tipo 2, la más frecuente pues el 90% de los
diabéticos la sufren, el 85% de ellos presentan obesidad, por lo que las
recomendaciones médicas son la dieta y el ejercicio físico diario para
disminuirla o prevenirla. Pero, ¿por qué se llegó a ese peso?, ¿por qué se
ingirió más comida de la que el organismo necesita?
La Antropología nos dice que el hombre primitivo comía en
forma intermitente almacenando reservas
para los días que no comería. En las guerras tribales como modernas, se va a
sufrir el mismo mecanismo. Esto creó una “costumbre” celular y cerebral de la
necesidad de almacenar en forma de grasa.
Si la persona sufre de falta de “dulzor de la vida”, la va a
compensar comiendo los alimentos más calóricos como los carbohidratos, grasas y
azúcares y por tanto almacenando. El páncreas va a necesitar más y más insulina
para introducir la glucosa en las células, hasta que se agota y no producirá
más o será insuficiente, de tal manera que la glucosa se quedará en la sangre,
situación que “le favorece” al individuo, en su conflicto de resistencia pues
así tendrá suficiente glucosa para la acción de defensa o huida que no puede
hacer.
Pregunta:
Voy a terminar este interesante e importante tema
respondiendo a una pregunta que me hace una señora por internet. Ella cuenta
que su vida de matrimonio se ha convertido en un estado de tensión permanente y
que sufre de diabetes, desde que su esposo se pensionó; además que ha dejado de
ser dulce con ella, la vigila constantemente, tanto es así que ella se siente
perseguida. Y pregunta si eso es la resistencia.
La resistencia es aguantar una situación o persona, tanto
que se llega a trastornar las células de Langerhans encargadas de producir la
insulina, en el páncreas. Es frecuente encontrar la sensación de ser vigilados
y perseguidos en algunos diabéticos, ya sea porque eso está ocurriendo en
realidad, ya sea porque se imaginan que eso sucede o sea sufren de ideas paranoicas.
Entonces la persona está frecuentemente ante un peligro y por tanto tiene que
estar lista para el combate como para la huida, teniendo el azúcar listo en la
sangre para que sea utilizado por los músculos cuando se dé algunas de esas dos
opciones. Pero, desafortunadamente eso casi nunca ocurre, de combatir la causa
de su desgracia o de huir de esa relación que la martiriza y la glucosa se
estanca en la sangre produciendo todas las complicaciones que presentan los
diabéticos.
Es una situación muy penosa, pues se sufre de una
experiencia amenazante, y se padece una enfermedad que desequilibra todo el
organismo.
Pero hay esperanzas, el psicoanálisis, la psicoterapia o
mejor aún el Hipnoanálisis son buenas opciones para trabajar esos conflictos
emocionales.
No es una terapia rápida pero sí sirve y para toda la
vida. Una paciente mía que presentaba
una situación parecida se curó con Hipnoanálisis. Ella aquejada de un esposo
dominante y machista, que fue así formado por la cultura, tenía 30 años de
padecer de una depresión que no salía con los medicamento psiquiátricos que
tomaba desde entonces. Terapeutas que había visto le recomendaron que se
divorciara de su marido, peo eso no era una opción para ella. Su cultura, su
religión le decía que “el matrimonio es hasta que la muerte los separe”. No
podía tomar esa decisión y fue un mal consejo de los terapeutas que le
indicaron que debía divorciarse. Nunca se le debe aconsejar al paciente lo que
debe hacer, pues es una decisión muy personal que el paciente debe tomar como
fruto del análisis. Pues esta paciente, fue
cambiando su manera de pensar y de actuar, con el Hipnoanálisis, lo que
hizo que su esposo modificara también su relación con ella. Al cabo de varios
meses de terapia y ayudada con los medicamentos homeopáticos, dejó los
antidepresivos y disminuyó importantemente los hipoglicemiantes orales.
Así, un adecuado tratamiento homeopático en que se utilice
la Organoterapia Homeopática, la Homeopatía convencional y el abordaje tanto de
la diabetes como de la causa emocional que la produce, son aliados
indiscutibles al Hipnoanálisis para salir del conflicto de resistencia que
agobia al diabético y con ello evitar o disminuir la necesidad de insulina o
los hipoglicemiantes orales.
Dr. Roberto Alvarado Aguirre
Médico y Psicólogo
Master en Homeopatía (niños y adultos) Univ. de París
Master en Desarrollo del Niño. Univ. de París.
Especialista en Terapia Neural, Pediatría e Hipnosis
Clínica.
Sanación con Poliedros
Teléfonos (506) 234-5587, (506) 245-4086
robertoalvaradoaguirre@yahoo.com
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