Su Alteza Real el príncipe Alwaleed bin Talal vuelve a acaparar titulares en la prensa internacional. El polémico miembro de la familia real saudí ha hecho público su enfado con la revista Forbes por haberle colocado en el puesto 26 de los más ricos del mundo, cuando él considera que debería estar mucho más arriba.
El príncipe ha difundido un comunicado en el que asegura que el sistema de evaluación de Forbes tiene “fallos” y perjudica a los inversores de Oriente Medio. En su último ranking, la revista estimaba la fortuna de Alwaleed en 20.000 millones de dólares, pero según ha señalado la propia publicación, el príncipe proclama que ronda los 29.600 millones.
Esta cifra le colocaría en el ‘Top 10’ de los más ricos del mundo, por encima de Bernard Arnault (presidente del gigante del lujo LVHM) y de los herederos del fundador de la cadena de supermercados Walmart, Sam Walton.
Las diferencias entre uno y otro cálculo se deben a cuestiones metodológicas: el príncipe asegura que Forbes no realiza valoraciones en el Tadawul (el mercado saudí) pero si en los mercados de otros países emergentes como México, en lo que parece una clara referencia a Carlos Slim, el magnate que ocupa el puesto número uno de la lista.
Alwaleed también se queja de los descuentos “arbitrarios” que se aplican a inversiones que no están respaldadas por ninguna agencia de calificación. No es la primera vez que el saudí se queja de los cálculos de Forbes, pero asegura que la revista siempre ha hecho “oídos sordos” ante sus protestas.
En su comunicado, el millonario acusa a Forbes de creer “erróneamente y sin fundamento” que el mercado bursátil de Arabia Saudí es “el deporte nacional” en el país debido a que “no hay casinos”.
El millonario saudí es el fundador y propietario al 95% de Kingdom Holding, un conglomerado empresarial con inversiones tan variadas como participaciones en Twitter, el hotel George V de París, Eurodisney, News Corp o la compañía china de ventas ‘online’ 360buy.
Un príncipe marcado por la polémica
Al-Waleed, sobrino del monarca saudí y amigo del Rey Juan Carlos, está acusado de la violación hace cinco años de una modelo española. La modelo, que entonces tenía 20 años, fue presuntamente narcotizada y forzada sexualmente a bordo de un yate en aguas de Ibiza. En abril de 2012, don Juan Carlos envió una carta personal a Bin Talal para felicitarle por la decisión de la Audiencia de Palma de archivar provisionalmente la denuncia.
Precisamente la madre de la modelo es quien ha denunciado a la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein por un presunto delito de usurpación de funciones públicas. La propia Corinna ha reconocido que hizo gestiones como representante de don Juan Carlos y consejera del Gobierno español, siendo recibida al menos en dos ocasiones por el propio príncipe Alwaleed bin Talal en Riad, la capital saudí.
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