Fue primera ministra del Reino Unido entre 1979 y
1990.
"No soy una política de consenso. Soy una
política de fuertes convicciones", dijo Margaret Thatcher en 1979 en una
muestra de que por algo a la exprimera ministra británica, fallecida este lunes
a los 87 años debido a complicaciones tras un derrame cerebral, se la conocía
como la "Dama de Hierro".
Figura dominante de la política británica tras la
Segunda Guerra Mundial, ese año se convirtió en la primera, y única, mujer en
dirigir el gobierno británico.
Gobernó entre 1979 y 1990, fue la persona que se
mantuvo en ese puesto por más tiempo en el siglo XX y se enfrentó a Argentina
en la guerra de las Falklands o Malvinas en 1982.
Controversial y divisiva, inspiró
"pasión" tanto entre seguidores como entre sus críticos, y moldeó a
Reino Unido como pocos líderes han hecho.
Thatcher, quien se retiró de la escena pública en
2002, había sufrido problemas de salud en los últimos años.
El portavoz de Thatcher, Lord Bell, anunció este
lunes: "Con gran tristeza, Mark y Carol Thatcher informaron que su madre,
la baronesa Thatcher, murió en paz esta mañana tras sufrir un derrame cerebral.
Un comunicado más completo será publicado posteriormente".
Thatcher estudió Química en la Universidad de Oxford
En 150 años de democracia, ningún otro primer
ministro británico había logrado imponerse por tres períodos consecutivos de
gobierno, una hazaña que repitió poco después el laborista Tony Blair.
Pero en noviembre de 1990, después de 11 años y medio
en el poder, presentó su renuncia al no lograr vencer a su retador Michael Heseltine en las elecciones internas para dirigir al Partido Conservador.
Su influencia era tan grande que su alejamiento de
Downing Street -sede del Ejecutivo británico- provocó todo tipo de
especulaciones e incluso dejó cierta incertidumbre que llegó a tener efectos
negativos en la economía y los mercados.
Odio y admiración
Thatcher se convirtió en la "Dama de
Hierro" en 1975, poco después de ser nombrada como líder del Partido
Conservador, cuando advirtió en un discurso público sobre el creciente poder
militar de la Unión Soviética.
La embajada soviética en Londres, en ese momento,
reaccionó calificándola de hostil y un periódico soviético acuñó el apodo con
que pasó a la historia.
"Esta mujer es testaruda, obstinada y
peligrosamente terca", aseguró el departamento de personal de ICI, una
compañía química, que en 1948 rechazó la solicitud de empleo de la entonces
Margaret Roberts.
Era una de esas personas que difícilmente pasan
inadvertidas.
Podía inspirar odio y admiración, pero no afecto,
en opinión del fallecido analista británico Hugo Young.
Nació el 13 de octubre de 1925, en la pequeña
localidad de Grantham, en el norte de Inglaterra.
Hija de una comerciante modesto, Margaret Roberts
se casó con Denis Thatcher, gerente de una empresa de pinturas y productos
químicos, en 1951.
Estudió Química en la Universidad de Oxford y,
posteriormente, ya casada, se concentró en su verdadera pasión y se graduó en
Derecho.
El matrimonio tuvo una pareja de mellizos en 1953,
Carol y Mark; con los años, este último se convertiría en una atracción para la
prensa británica.
En uno de los escándalos, en 2004, Mark Thatcher
fue encontrado culpable por un tribunal de Sudáfrica, su país de residencia, de
haber participado en la planificación de un intento de golpe de Estado en
Guinea Ecuatorial.
Su esposo, Denis Thatcher, "siempre presente
pero nunca en primer plano", y pilar de su carrera política, como ella
misma siempre reconoció, falleció el 26 de junio de 2003 a la edad de 88 años.
Thatcherismo.- El
estilo frontal y parco de Thatcher creó una especie de marca registrada: el
"Thatcherismo".
Durante sus gobiernos se privatizaron las compañías
estatales de teléfono, gas, agua y electricidad, la línea aérea British Airways
y la firma Rolls-Royce.
La fuerza de los sindicatos disminuyó
considerablemente y hubo grandes recortes presupuestarios en salud y educación
e importantes transformaciones en las áreas del transporte y la vivienda, dos
de los problemas más agudos de Reino Unido actual.
Su credo económico estaba en las políticas
liberales de Milton Friedman.
En una recordada frase, dijo en 1976 que "el
socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero... de los demás".
Otro de los temas relevantes a los que se enfrentó
fue la intensificación de los ataques del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
En 1984, el grupo atentó sin éxito contra ella y todo su gabinete en el sureño
balneario de Brighton.
Pese a sus esfuerzos por frenar la inmigración, lo
que le valió acusaciones opositoras de racismo, las cifras de extranjeros
aumentaron en forma dramática y Reino Unido se convirtió en el territorio
multirracial que es hoy.
Fue cercana al exgobernante de facto de Chile
Augusto Pinochet, defensora de las privatizaciones, la familia, la pena de
muerte y, en sus últimos años, del medio ambiente.
La "Dama de Hierro" sostuvo intensas relaciones políticas con hombres que dominaron el panorama internacional en los años ochenta, especialmente con el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y su homólogo soviético, Mijaíl Gorbachov.
Tras su renuncia, Thatcher siguió siendo una
figura, quizá no relevante en la práctica pero sí desde el punto de vista
simbólico. La reina Isabel II la admitió en la Orden del Mérito y su esposo
recibió el título de Barón.
En cierta ocasión, el periódico británico The
Times afirmó que para bien o para mal, Thatcher había hecho historia.
Exigente y adicta al trabajo, hasta sus más
apasionados detractores han debido admitir en algún momento que en la segunda
mitad del siglo XX ningún hombre en el Reino Unido fue capaz de hacerle sombra.
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