La Asamblea
General de la ONU aprobó por abrumadora mayoría su primer tratado que impondrá
controles al multimillonario comercio internacional de armas, un objetivo
buscado durante más de una década para tratar de impedir el flujo de armamento
a las manos de terroristas, grupos rebeldes y el crimen organizado.
Las Naciones Unidas, de 193
miembros, sometieron a aprobación el texto después de que Irán, Corea del Norte
y Siria bloquearon su aprobación por consenso al concluir el jueves un último
congreso de negociaciones que se extendió dos semanas. Los tres países votaron
en contra de la resolución, mientras que China y Rusia, grandes exportadores de
armas, se abstuvieron.
Muchos países, incluyendo Estados
Unidos, controlan sus exportaciones de armas. Pero nunca ha existido un tratado
internacional que regule el comercio global de armamento, que se calcula suma
60.000 millones de dólares.
El embajador australiano Peter
Woolcott, que presidió las negociaciones, dijo que el tratado "va a tener
una influencia importante, al reducir el sufrimiento humano y salvar vidas".
"Se lo debemos a esos
millones de personas - a menudo las más vulnerables de la sociedad - cuyas
vidas han sido ensombrecidas por el comercio irresponsable e ilícito de
armas", le dijo Woolcott a la asamblea antes de la votación.
El pacto no regirá el uso interno
de las armas en ningún país, pero sí obligará a las naciones que lo ratifiquen
a establecer normativas nacionales que controlen las transferencias de armas
convencionales, sus partes y componentes, así como a los intermediarios.
Abarca tanques de guerra,
vehículos blindados de combate, sistemas de artillería de alto calibre, aviones
y helicópteros de combate, buques de guerra, misiles y lanzacohetes, así como
armas cortas y ligeras. La lista contenía la frase "a un mínimo" pero
fue eliminada a insistencia de Estados Unidos. Los partidarios del tratado se
quejaron de que eso limita el alcance de éste.
El tratado prohíbe que los
estados que lo ratifican transfieran armas convencionales si las mismas violan
embargos o promueven actos de genocidio. Prohíbe además la exportación de armas
convencionales si pudieran ser usadas para atacar civiles o edificios civiles,
como escuelas y hospitales.
Al sopesar si se puede autorizar
la exportación de armas, dice el tratado, un país debe evaluar si van a ser
usadas para violar los derechos humanos o las leyes de defensa humanitaria, o
si caerán en manos de terroristas o el crimen organizado. Debe determinar
además si la transferencia de esas armas contribuiría a minar la paz y la
seguridad.
Apoyo de evangélicos
Apoyo de evangélicos
Varios organismos evangélicos
habían mostrado su apoyo al Tratado. Recientemente se organizó un evento
especial de oración en Nueva York para su aprobación, patrocinado por la
Asociación Nacional de Evangélicos, la Coalición Nacional Evangélica Latina
(NHCLC), La New York Divinity School, El Ejército de Salvación, y la Comisión
de Justicia de la Alianza Evangélica Mundial, informa el diario Protestante
Digital.
En el mismo se recordó a los
asistentes que en la actualidad hay más leyes que rigen la venta internacional
de plátanos y iPods que la venta de lanzagranadas y AK-47.
Por su parte la Alianza
Evangélica Mundial (WEA por sus siglas en inglés) elogió la decisión de este
organismo internacional. "Felicitamos tanto a las Naciones Unidas ya todos
los militantes, incluidos los miembros WEA que trabajaron durante casi una
década para conseguir este importante tratado", dijo el Dr. Geoff
Tunnicliffe, secretario general de la Alianza Evangélica Mundi.
"La Alianza Evangélica
Mundial participó activamente en el apoyo a un Tratado de Comercio de Armas que
refleja nuestro compromiso de construir un mundo más pacífico que permita a los
individuos, las familias y las comunidades a prosperar", dijo el Dr.
Tunnicliffe.
El tratado requiere que las
partes firmantes adopten medidas para prevenir el desvío de armas
convencionales al mercado ilegal.
Las municiones fueron un tema
clave en las negociaciones. Algunos países presionaron para que en este aspecto
se establezcan controles similares a los de la venta de armas, pero Estados
Unidos y otros países se opusieron.
El texto final exhorta a los
países que ratifiquen el tratado a que establezcan regulaciones para la
exportación de municiones "disparadas, lanzadas o entregadas" por las
armas incluidas en el tratado.
La votación en la Asamblea
General culmina una campaña en la que activistas y algunos gobiernos insistían
en que se lograra un acuerdo para controlar el comercio mundial de armas.
Fuente:fuerzalatinacristiana.com
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