El precio de metales como el oro, la plata y el cobre ha sufrido caídas de dos
dígitos en lo que va del año.
El precio de los commodities, fundamentales
en el crecimiento regional entre 2002 y 2012, está en su nivel más bajo desde
mediados del año pasado.
En lo que va de 2013, la plata ha caído un 23%, el
cobre un 12%, el oro un 17%, el hierro descendió a la mitad en seis meses, el
petróleo se ha situado por debajo de los US$100 el barril y la soja, sin
desbarrancarse, conoció mejores épocas.
Si se lo compara con los precios de 2008, tanto los
productos primarios energéticos (petróleo, gas) como los metales industriales
(cobre, aluminio) y los agrícolas (soja, trigo) están hoy a una tercera parte
del valor récord que tenían hace cinco años y aún muy por debajo de lo que se
pagaba en 2010 y 2011, dos años de repunte de la economía mundial.
Según el jefe de materias primas del banco de
inversiones danés Saxo Bank, Oles Hansen, se ha roto el vínculo que había entre
inversores y materias primas en los años previos.
"No se puede decir si el llamado 'superciclo'
de las materias primas está terminado, pero sí está claro que entramos en un
período en el que no veremos la escalada de precios de los últimos años",
le comentó Hansen a BBC Mundo.
Ese "superciclo" que comenzó en 2002-2003
con la plena incorporación de China al comercio mundial resultó en un período
de sostenido crecimiento en América Latina.
Si es que efectivamente estamos al final de un
período excepcional, la pregunta es si nos encontramos en la antesala de una
nueva crisis.
China y la especulación
El nuevo líder chino, Xi Jinping, ha enfrentado una
desaceleración de la economía que ha tenido coletazos en América Latina.
La respuesta a esta pregunta depende en gran medida
de la explicación que se dé al aumento de los precios de las materias primas.
Si se piensa que la escalada de los precios se
debió a factores específicios de la relación de oferta y demanda, se entiende
que el pobre desempeño actual de la economía global genere una caída de la
demanda global.
"La demanda de China fue fundamental en el
aumento de los precios. Pero la economía china está creciendo menos y está
cambiando de un modelo basado en exportaciones a otro más centrada en el
consumo. Ambas cosas están afectando la demanda de materias primas. Y la
economía global no está en su mejor momento", señaló Hansen.
Si tomamos como ejemplo el cobre, vemos que China
es responsable de un 20% de la demanda mundial del producto. Si en vez de
crecer a un 7,8% como se prevee para este año, creciera a un 5%, se estima que
Chile, el principal productor de ese metal en el mundo, perdería como mínimo un
1% de su Producto Interno Bruto (PIB).
El impacto de un repliegue de la demanda sería
inmediato.
Las cosas son más complicadas si se piensa que los
precios se dispararon por la ruleta de la especulación.
"Los mercados financieros internacionales
están tan líquidos y con tan pocas alternativas relativamente seguras de
especulación, que los commodities que al menos crecen al 4% pasan a ser muy
atractivos"
José Gabriel Palma, economista Universidad de
Cambridge
Según José Gabriel Palma, especialista en economía
comparada de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, los precios están
inflados por la "gigantesca casa de apuestas" que es la globalización
financiera.
"Los mercados financieros internacionales
están tan líquidos [con recursos disponibles] y con tan pocas alternativas
relativamente seguras de especulación que los commodities, que al menos
crecen al 4%, pasan a ser muy atractivos", le dijo a BBC Mundo.
Esto se nota en un defase patente. La economía
mundial no ha salido de la crisis que estalló en 2008 pero las bolsas de
comercio de Nueva York, Londres y Fráncfort están en los niveles que había
antes de la crisis.
"¿Alguien cree sinceramente que esto refleja
algún fundamento económico sólido en países estancados o semiestancados, con la
inversión por el suelo, sectores públicos endeudados hasta el alma y la zona
del euro con peligro de implosionar?", se preguntó Palma.
Fragilidad
Sea por la oferta y demanda, por la especulación o
por una febril combinación de ambos factores, lo cierto es que América Latina
sigue manteniendo su dependencia histórica a los productos primarios.
Esto es particularmente marcado en Sudamérica,
donde los commodities constituyen un 74% de las exportaciones.
En Venezuela, Ecuador y Chile la incidencia de los
productos primarios o manufacturados en base a recursos naturales es aún mayor:
alrededor del 90%.
En Bolivia, Bolivia, Paraguay y Perú superan el 80%
de las exportaciones y en Argentina, Colombia y Uruguay se sitúan en torno del
60%. Sólo Brasil se encuentra en un 54%, que igual es muy elevado si se lo
compara con los países desarrollados.
impacto en la balanza de pagos,
resultado de todos los ingresos y egresos de divisas (exportaciones, remesas,
regalías, utilidades, importaciones, etcétera), que se considera un parámetro
de sostenibilidad económica.
En este contexto es inevitable que una caída del
precio de las materias primas tenga un claro se
espera que la caída del precio de las materias primas tenga un impacto en la balanza de pagos de los países latinoamericanos.
El impacto dependerá de la profundidad de la caída.
Los optimistas piensan que la actual disminución de los valores es un fenómeno
pasajero y que los commodities, aunque no vuelvan a su precio de apogeo,
seguirán con vida.
"En cuanto la economía mundial se recupere,
repuntará la demanda de productos primarios", le indicó Olsen a BBC Mundo.
Los analistas consideran que la demanda de
productos energéticos y metales industriales es más "elástica", es
decir, más dependiente del desempeño de la economía global.
Con los productos agrícolas es diferente, porque el
ser humano necesita alimentos para sobrevivir y, salvo en caso de calamidad o
guerra, la demanda tiene una tendencia a una mayor estabilidad.
Pero la realidad es que históricamente el precio de
las materias primas se ha caracterizado por su volatilidad. Lo que no quiere
decir que los recursos naturales tengan que ser una maldición.
Aprovechar el momento
En la década de los años 60, Corea del Sur dependía
de unos pocos productos primarios: las algas marinas, la seda natural, el
hierro.
El país aprovechó estos recursos para financiar uno
de los procesos de industrialización más exitosos del siglo XX.
"Desde 2008, la deuda externa del sector
público ha disminuido y las reservas internacionales
han aumentado en las economías exportadoras de
productos primarios"
Informe del BID
El hierro se transformó en acero que contribuyó a
la creación de una industria automotriz que hoy es una marca global. Corea del
Sur inundó el mundo con sus propias marcas electrónicas.
Otro camino para aprovechar las ventajas que dan
los recursos naturales es la creación de fondos anticíclicos con los ingresos
extraordinarios de las materias primas.
Chile lo hizo en 2010, la Unión de Naciones
Sudamericanas (Unasur) en 2011 y el mismo Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) constató en un informe, el año pasado, que América Latina había aprendido
algunas lecciones del pasado.
"Desde 2008, la deuda externa del sector
público ha disminuido y las reservas internacionales han aumentado en las
economías exportadoras de productos primarios", señaló el reporte.
El título del informe era borgiano y llamativo:
"El mundo de los senderos que se bifurcan".
De las políticas concretas que adopte América
Latina respecto a sus materias primas en este mundo de senderos que se bifurcan
dependerá que pueda aprovechar sus ventajas naturales o que éstas se conviertan
en una maldición que viene desde los tiempos de la Colonia.
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