Entre las iniciativas que realizará la multinacional está el ofrecer bebidas bajas o sin calorías en todos los mercados donde opera e incluir el contenido calórico en los envases de todos sus productos.
Coca-Cola anunció que ofrecerá opciones de bebidas bajas o sin calorías en los más de 200 países donde opera.
Nueva York. Coca-Cola, el mayor fabricante de
bebidas del mundo, amplió este miércoles su campaña para luchar contra la
obesidad con una serie de iniciativas que incluyen ofrecer bebidas bajas o sin
calorías en todos los mercados donde opera e incluir el contenido calórico en
los envases de todos sus productos.
La multinacional, que en enero pasado
abordó por primera vez en su historia este problema con una serie de anuncios
de televisión en horario de máxima audiencia en EE.UU., trata así de responder
a las críticas que ha recibido sobre su papel en el sobrepeso, que sufre más de
un tercio de los estadounidenses.
En concreto, Coca-Cola anunció este
martes que ofrecerá opciones de bebidas bajas o sin calorías en los más de 200
países donde opera, incluirá el contenido calórico al frente de todos sus
envases, apoyará programas de actividad física en todo el mundo y dejará de
dirigir sus anuncios a los menores de doce años.
"Estamos comprometidos a ser
parte de la solución, trabajando estrechamente con aliados de la industria, el
gobierno y la sociedad civil", dijo en un comunicado el presidente y
consejero delegado de Coca-Cola, Muhtar Kent, quien calificó la obesidad como
el "problema de salud más desafiante" que afronta el planeta.
La compañía, con sede en Atlanta
(Georgia) y que precisamente este miércoles celebra su 127 aniversario, ya
había aplicado medidas similares en EE.UU., pero con esta campaña pretende
ampliarlas al resto del mundo, puesto que en algunos países todavía no ofrece
productos bajos o sin calorías.
Coca-Cola fue una de las grandes
compañías de refrescos que se levantó en pie de guerra contra la decisión de
las autoridades sanitarias de Nueva York de prohibir los refrescos azucarados
en envases superiores a 16 onzas (0,464 litros), una medida que tenía que haber
entrado en vigor en marzo pasado.
Pero, un día antes de la fecha en la
que tenía que empezar a aplicarse, el juez del estado de Nueva York Milton
Tingling decidió invalidar la normativa, impulsada directamente por el alcalde
Michael Bloomberg, por considerarla "arbitraria" y
"caprichosa".
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