Cuando oímos hablar de China, evocamos un país lejano, con
una cultura totalmente distinta a la nuestra, y un lenguaje ininteligible,
regido bajo un férreo gobierno, que condiciona tanto la vida diaria en dicho
territorio, como la libertad de expresión. Por otra parte, es un país con más
de 1.300 millones de habitantes, que casi duplica a la población europea, lo
que implica un gran mercado, con muchas posibilidades para explotar.
Una característica que define a este país con tamaño de
continente es la gran acogida de internet por parte de sus nuevas generaciones.
Así, los jóvenes de hasta 40 años, de clase media-alta, recurren a este
escenario como medio de expresión, de entretenimiento e información;
considerando además al e-commerce como un hobby.
Mención especial merecen los Social Media. La censura
impuesta por el gobierno a la información que se transmite a través de los
medios de comunicación ha convertido a las redes sociales en una vía de escape,
donde sí son permitidas ciertas libertades, así como cierto aire de distensión.
Estos canales, además, se han constituido en una fuente de comentarios y
recomendaciones sobre productos, lo que hace que los usuarios tengan en cuenta
las opiniones de sus semejantes a la hora de tomar sus decisiones de compra. Un
ejemplo del buen funcionamiento del social e-commerce es que el Grupo Alibaba,
el gigante del e-commerce en China, que posee el 70% de la cuota de mercado, ha
habilitado herramientas para que los clientes publiquen y compartan los
comentarios sobre productos.
Esta particular situación nos lleva a pensar que
para conquistar el país del sol naciente es necesario comenzar por calar en el
corazón de la gente, establecer sinergias y generar empatía; desarrollando una
estrategia de comunicación 2.0 que permita conectar con el público objetivo. El
95% de los usuarios de internet está en redes sociales. Desempeñan un papel
fundamental; aunque eso sí, hemos de trabajar en las suyas propias. La fuerte
presión del gobierno le ha llevado a prohibir las redes sociales occidentales,
y a permitir el crecimiento de canales bajos su propios límites.
Para desarrollar nuestra presencia online en
China podemos elegir entre diferentes plataformas sociales.
RenRen.
El Facebook chino, que además cuenta con un espacio para el social e-commerce,
además de juegos online.
Kaixin001 también nació siguiendo los pasos de Facebook,
incluso incluye su famoso Happy Farm.
Weibo.
El Twitter por puntos. La censura no podía
quedarse al margen de los comentarios en las redes sociales. Así, los cerca de
400 millones de usuarios de esta red de microblogging disponen de un máximo de
80 puntos, que pueden ir perdiendo en función del contenido de sus mensajes;
hasta el punto de suspender su cuenta definitivamente.
Qq. Una
plataforma social que permite escribir blogs, escuchar música y compartir
fotos. Características muy similares a las que ofrece 51.com.
Tianji.
La red social para profesionales chinos. Sí, es lo más parecido a LinkedIn,
donde se pueden consultar los perfiles laborales de los usuarios y establecer
conexiones. Es importante reseñar que en China también funciona LinkedIn, por
lo que sería conveniente compatibilidad la actividad en ambos medios.
Youku. Los vídeos
también tienen cabida en el universo 2.0 del gigante asiático, aunque, como era
de esperar, bajo serias restricciones; aunque no en el caso de la duración de
los mismos, y que pueden alcanzar los 100 minutos.
Definitivamente China ofrece un nuevo mundo para las empresas que quieran hacerse un hueco en este gran mercado, donde una de las principales herramientas y canales para llegar al publico obletivo son sin duda los medios de comunicacion 2.0.
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