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martes, 10 de diciembre de 2013

3 Errores que pueden sabotear el éxito de tu negocio o proyecto

   Photo Credit: Stéfan via Compfight cc

Muchas veces en tu camino como emprendedor encuentras información sobre las cosas que debes hacer o que debes evitar para que tu proyecto tenga éxito. Sin embargo, aunque es información muy útil que puede cambiar tu negocio, muchas veces no se mencionan los “peros”. Los “peros” son los que hacen que llegues a casa después de una charla o que acabes de leer un libro buenísimo y sigas sin hacer nada.

Por eso en este artículo te quiero comentar tres errores que todos cometemos y que sabotean tu probabilidad de éxito. No para que no los cometas (porque es casi inevitable que lo hagas), sino para que sepas reconocerlos y no pienses que tu no vales para esto o que no estás a la altura de los demás y abandones antes de tiempo; y, por supuesto, para que sepas qué hacer al respecto.

Error nº 1: Dejar que la impaciencia te domine
Esto es especialmente frecuente cuando acabas de empezar. Trabajas mucho, tienes mucha ilusión, te esfuerzas, te arriesgas y… no ves resultados. Y empiezas a pensar que tú no vales para esto, que seguro que has hecho algo mal, etc.

Aquí es donde entra la impaciencia. Hay un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar, y entre uno y otro tiene que pasar tiempo. Será más o menos dependiendo del negocio, pero todo necesita su tiempo y hay que ser consciente de ello. Es normal estar inquieto, nervioso y deseando ver resultados ya, pero tienes que tener en cuenta que muchas veces lo único que pasa es que necesitas un poco de tiempo.
Lo que sí es importante es conocer bien tu negocio para poder diferenciar cuando estás haciendo las cosas bien y solo necesitas tener paciencia (una pista: cuando ves movimiento y crecimiento, aunque sea poco a poco) y cuando hay algo que falla (no haces publicidad, no te centras en lo importante, etc.)

Error nº 2: La formación infinita
Hay muchos profesionales que se esconden en acreditaciones y títulos pero no tienen resultados, no tienen clientes. Formarse es fundamental, eso está claro, y tienes que estar haciéndolo continuamente, pero siempre con una visión estratégica. No utilices la formación como excusa porque tienes miedo de entrar en acción.  Esto es muy frecuente en coaches, que tienen mil y un títulos y ningún cliente. Si no tienes clientes no eres coach, si no tienes clientes no tienes negocio.
Así que a partir de ahora, antes de hacer cursos porque sí, piensa “¿qué necesito ahora mismo para mi negocio?” ¿Necesitas conseguir clientes y no sabes cómo hacerlo? Apúntate a un curso sobre ese tema o contrata a un mentor. ¿Necesitas perfeccionar una técnica para mejorar lo que ofreces? Perfecto, apúntate y mejórala; pero siempre sabiendo lo que haces, con una visión estratégica, no para rellenar curriculum o para evitar salir al ruedo

Error nº 3: Compararte con los demás.
Esto es algo inevitable, ya escribí un artículo sobre eso hace tiempo. Compararte con los demás es muy perjudicial, ¿por qué? Porque siempre nos comparamos con personas que han llegado más lejos que nosotros. No nos comparamos con nuestros iguales o con gente que todavía no ha llegado a nuestro nivel. Consecuencia: te sientes inseguro, piensas que no estás a la altura y que tú no vas a llegar nunca a ese nivel y empiezan a flaquear tus fuerzas.
Dejas de centrarte en lo que tú haces para ver sólo lo que hacen los demás e incluso los copias, a ver si se te pega algo. Error.

Ten en cuenta que la gente a la que miras incluso con cierta envidia lleva mucho tiempo trabajando en lo suyo, y saben lo que hacen, han pasado lo suyo para llegar allí y un día estuvieron exactamente donde tú estás ahora. Y sí, también hay personas que quizá con menos experiencia, han estado en lugar adecuado en el momento adecuado y han triunfado con rapidez. Pero eso casos son muy poco frecuentes.

Está bien que te inspires en gente que ha llegado más alto que tu, que los uses como un estímulo para seguir adelante, pero no para copiar. Tú céntrate en lo tuyo, sigue con tu estrategia y, paso a paso, un día, verás que estás donde quieres estar. Y no te preocupes, eso nos ha pasado a todos y te seguirá pasando. Reconoce el sentimiento, acéptalo (“ya estoy otra vez!”) y a lo tuyo. Esa es la clave, centrarte en tu forma de hacer las cosas, en cómo te puedes diferenciar de los demás y ser tu mismo, no la copia de otro. Como mucho, piensa qué es lo que de verdad envidias sobre esas personas o sus logros para ver qué es importante para ti y ponerte manos a la obra para lograrlo. Y sobre todo, no copies, es desleal y dice poco de ti, te convierte en una copia de otro y ¿quién quiere eso?

¿Con cuál de estos 3 errores te identificas más?

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