El presidente de la firma, Eric Schmidt, dijo que su uso pone en riesgo a la privacidad; esta tecnología podría volverse peligrosa si cae en manos de grupos terroristas, advirtió.
"¿Cómo
te sentirías si tu vecino comprara un avión comercial teledirigido, un drone de
observación, que pudiera lanzar desde su
patio trasero y simplemente volara sobre tu casa todo el día, cómo te sentirías
al respecto?" preguntaba el presidente de Google, Eric Schmidt, en una
columna publicada en abril en el diario The Guardian.
Buena
pregunta. Sobre todo después de que Jeff Bezos anunciara en el programa de
noticias 60 Minutes que Amazon planea construir y desplegar en Estados Unidos
una flota de aviones no tripulados para la entrega de pedidos.
Entérate:
¿Jeff Bezos, ¿el próximo Steve Jobs?
¿Cómo me
sentiría yo respecto a un avión no tripulado que pudiera espiarme?
Probablemente despertaría en mí la misma reacción que una empresa que supervisa
todas mis actividades en línea (los correos electrónicos que envío y recibo,
los sitios web que navego, los lugares que visito, los productos que compro,
los videos de Youtube que veo, etc.) y luego vende esa información a los
anunciantes.
Las
directrices corporativas de Google sobre estos asuntos fueron delineadas hace
dos años en razón de lo que Schmidt denomina "la línea espeluznante"
(la creepy line, esa frontera tenebrosa desde donde se atisba lo privado).
"La
política (de privacidad de) Google es respecto a muchas cosas", dijo el
ejecutivo a los asistentes del Washington Ideas Forum, organizado por el Aspen
Institute, "y pretende colocarse justo sobre esa línea espeluznante, pero
no cruzarla".
Sin embargo,
las cuestiones en materia de privacidad no constituyeron las principales
objeciones que hizo Schmidt contra las pequeñas aeronaves de Amazon.
La
tecnología drone, advirtió Schmidt, podría "democratizar la capacidad de
combate" y caer en manos de terroristas.
Noticia
relacionada: Presunto espionaje indigna a Google.
Pero
"los autos sin conductor" no suponen ningún problema, replica un
taciturno bloguero de Daring Fireball, John Gruber, quien desempolvó el viernes
el artículo del Guardian. "Esos están bien".
Apple, por
su parte, está tratando de presentar como una virtud la diferencia entre su
modelo de negocio y el de Google. Esto es lo que dice la empresa de la manzana
en el reporte que presentó a solicitud del Gobierno estadounidense, Report on
Government Information Requests, emitido por la tecnológica que lidera Tim
Cook, el mes pasado:
"Nuestro
negocio no depende de la recopilación de datos de carácter personal. No tenemos
ningún interés en acumular información personal de nuestros clientes.
Protegemos las conversaciones personales proporcionando encriptación end-to-end
en iMessage y FaceTime. Nosotros no almacenamos los datos de geolocalización,
las búsquedas de mapas o las solicitudes a Siri bajo ninguna forma
identificable".
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